Restaurante bonito y acogedor en una casa solariega, cocina modernita (no

Restaurante bonito y acogedor en una casa solariega, cocina modernita (no de autor), SIN asados típicos castellanos.
Servicio nada profesional (despistes, agobiado).
Comida para tres. Entrante de la casa: Rollitos relleno de morcilla.
Primeros: Ensalada de codorniz escabechada, setas de temporada salteadas y arroz meloso con carabineros y espárragos trigueros (todo bien presentado, a buen nivel).
Segundos: Carrillada de cerdo ibérico (dura), cochinillo confitado (aceptable) y manitas de cerdo rellenas de boletus confitados (no me gustaron pues las rebozaron).
Postres: Tartita fina de manzana (hay que pedirla en la comanda) y canutillos de chocolate y queso mascarpone (los postres vuelven a estar a la altura).
Vino: Pese a que las guías dicen que tienen una larga bodega, la carta era un folio y medio de vinos centrados en La Rioja y Ribera del Duero (solo un blanco, por ejemplo). Aún así parte de los vinos se habían agotado. Precios x2.5. Pedimos un Matarromera Cr. 2004 servido correctamente (24,64€ + IVA).
Sin detalles en la sobremesa.
Precio total: 148,91€ (IVA inc.)
Nota: Me da la impresión de que es un restaurante a cerrar temporalmente por reformas o por reubicación.