Restaurante Mar de Plata en Sarría
Restaurante Mar de Plata
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
9.5
Opiniones de Mar de Plata
OPINIONES
3

  Restaurante del Hotel Mar de Plata en Sarria.

   Carta en la que combinan la carne de la zona con los pescados y demás de la costa.

  Fuimos ocho comensales y fue muy variedo y acertado, pedimos pulpo, zamburiñas y almejas para probarlos todos. De segundo también variado, yo pedi un chuletón de ternera muy sabroso y difícil de acabar ( mas de 1 kilo) y a un precio que lo encontramos muy barato. El vino no lo tocan mal, tienen una carta bastante amplia. Para los primeros pedimos un Godello de Algueira y para las carnes un Toro, Elias Mora Crianza 2015 . Los dos se comportaron muy bien.

Los postres casi todos son casero, flanes diversos, pastel de queso, arroz con leche, etc.

  Incluso te queda buen final de boca con un buen café, a veces comes bien pero con el café te queda mal sabor de boca , no en este restaurante

Después de tres años, nueva visita a este restaurante que se ha trasladado a los bajos del Hotel de su propiedad en la calle Formigueros de Sarria. Esta ubícado en la planta baja, en un amplio salón con capacidad para más de cien comensales, la cocina está integrada en el salón a la vista del cliente, decoración sencilla, con cierto toque moderno, madera en el suelo, paredes blancas, lámparas de diseño, el conjunto resulta agradable.

Mantienen la misma carta y la misma calidad que antaño sin haber incrementado los precios. Ofrecen raciones (la mayoría provienen del mar, dónde destaca el pulpo a feira), revueltos, un estupendo caldo gallego, pescados y su producto estrella: las carnes. La carta de postres sigue siendo ámplia y variada y a muy buenos precios (de 2 a 2.50 euros cada uno).

Ahora si existe carta de vinos y es bastante ámplia y variada (casi cien referencias), organizada por procedencias geográficas, con especial énfasis en las gallegas, rioja y ribera del duero. El recargo más que aceptable. El servicio funciona en autoservicio, después del descorche.

Nuestra experiencia fue al mediodía con todas las elaboraciones a compartir: pulpo a feira (estaban tan buenos que repetimos), zamburiñas, chipirones, almejas a la marinera, dos abundantes, sencillas, pero auténticas ensaladas, una espectacular tortilla de patatas sin cuajar del todo (que encargamos a las 11 de la mañana) y dos sublimes entrecots trinchados para rematar. Rueda de postres para compartir. Para beber varias botellas de agua, un par de refrescos, seis cervezas y dos botellas de vino (Museum Real de Cigales), todo ello por 164.10 euros para los once comensales que éramos (precisar que de los once, cinco eran adolescentes).

Han mejorado ostensiblemente los dos puntos débiles que tenían: entorno y el servicio del vino. Ahora es posible disfutar del vino en un entorno agradable, con unas materias primas de calidad y con una RCP imbatible.

¡Qué pena tener este restaurante a casi 1000 km de casa!

Decoración de estilo clásico funcional, las mesas, tal vez, demasiado juntas.

La carta es bastante amplia, todas las elaboraciones caracterizadas por estar realizadas con una estupenda materia prima, honesta y directa (sin florituras y lo menos manipulada posible). Empezando por el pan, de trigo, corteza dura, miga ahuecada pero consistente y de sabor auténtico, las ensaladas sencillas, lechuga (de sabor intenso), tomate y cebolla (sabrosa sin llegar a picar), el pulpo “a feira”, en su punto, las patatas fritas,de verdad, caseras, tortilla de patatas espectacular (por encargo) y las carnes a la brasa excepcionales (en ocasiones sirven las chuletas con su porción correspondiente de solomillo). En el capítulo de los postres conviven algunas elaboraciones industriales, con otras caseras, todos los postres a dos euros. La vajilla y cubertería sencillas, funcionales, nada destacables. El servicio es atento y dispuesto.

No existe carta de vinos y las referencias ofrecidas son de corte clásico (riojas, riberas y de la zona). La cristalería es de buena geometría, pero gruesa y mala. El vino se sirve sin ningún tipo de formalismo.

Altamente recomendable por la calidad de las materias primas de sus elaboraciones y su casi imbatible RCP. Evidentemente en este establecimiento no se viene a disfrutar del vino.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar