Perfecta sencillez, entorno perfecto y grandes detalles

Sábado por la noche. Reservamos tres personas para cenar, nos retrasamos, avisamos y la atención perfecta tras nuestra disculpa. Pinta bien. Restaurante con encanto, sencillo en el montaje, pero auténtico en resumen. Pedimos unos boquerones fritos, perfectos en su fritura, solomillo con una salsa original y muy rica, y con materia prima de primerísimo nivel (repetimos a pesar de la abundante ración), y unas chuletas de cordero nacional también en la misma linea de calidad con unas buenas papas a lo pobre típicas de la cocina De postre uno recomendado por Miguel (perfecto en su atención) que maridamos con un dulce fondillón que casó a la perfección. Para beber un blanco Rioja, capellanía, elegante y con buena barrica, recomendado por Javi, y un tinto "diferente" canario, que no recuerdo su nombre (lástima) y que también recomendó Javi. En eso paro. Javi, gran amante de los vinos según nos contó y comprobamos, posee un sinfín de referencias, todas trabajadas en originalidad y calidad, además de los siempres clásicos. Los precios de los vinos son de descorche prácticamente y las copas están a la altura, así como el servicio. Para acabar, unos GT de muuucho nivel, los tres distintos a petición nuestra entre las más de 40ginebras y 8 tipos de tónica distintos (quizá me quede corto). Todo 120eur. Espectacular. No busquéis mantelería de nivel porque no lo hay, ni protocolo en el servicio. El trato es afable, el personal próximo en su perfección y detalle y la lástima es que este a 800kms de casa, porque sino sería un fijo en mis opciones. Gracias por esa velada perfecta Bar Kiki. Gracias Javi.PD. Si encima tienes flamenco en la misma terraza tocando toda la noche, podéis imaginar el porqué de esa noche. P-E-R-F-E-C-T-A.