Me extraña que no haya una entrada para este restaurante prototipico de la playa de la Malvarrosa en Valencia (si es así dejo en manos de los moderadores juntar la opinión con otras).
Local muy amplio, de techos altísimos. Los fines de semana, sobre todo llegando el verano el lleno es casi seguro. Es curioso observar las fotografías firmadas de las paredes (desde los Reyes a Ramoncín). El local es muy bullicioso, pero de alguna manera el sonido se amortigua, no llegando a ser un local demasiado ruidoso. Lo cierto es que a este tipo de restaurantes siempre voy algo prevenido, pero en este caso no estuvo mal.
Tomamos de entrantes, esgarraet, all y pebre y tellinas, todo correcto, junto con pan tostado y allioli. De segundo, paella La Pepica (arrós del senyoret), bien de punto, con abundante fondo de pescado, pero algo falto de sabor. Bueno, de todas maneras.
Tal vez lo peor del restaurante sea la carta de vinos, con referencias bastante clásicas, y unas copas deficientes. Pedimos un vino de la Marina Alta (blanco de Alicante se indicaba en carta), siento no recordar el nombre. El vino se mantuvo en cubitera.
otro detalle a mejorar es el servicio, ya que aunque voluntarioso, en fin de semana como en nuestro caso, está claramente sobrepasado. además, no es de buen gusto dirigirse al cliente en según qué términos (chicos, chavales...) ni hablar mal de otros camareros delante de los clientes, por muy quemado que uno esté.