Un buen lugar, y mejor gente

Entre la plétora de restaurantes y sitios para comer que hay en los 10 km de frontal de la playa de Mojácar, resulta difícil destacar o llamar la atención, una lástima en el caso de este restaurante al que fui porque había leído el comentario de otro veremero.

Efectivamente, el trato del vino es exquisito, la primera vez que entré había un señor que pidió que le abrieran un reserva de Rioja y se lo decantaran para que aireara antes de comer, mientras se tomaba una cerveza en la barra y esperaba a su mujer para comer. Me gustó el detalle, el vino lo trata muy muy bien, no tiene nada qeu ver con el resto de los sitios de esa zona, no vi la carta, pero me consta que Antonio es un entusiasta del vino. Para más premio, también tira la cerveza de barril magníficamente, qué espuma más densa y más rica, y prepara unos gin tonic en copa de balón de 750 ml con Fever Tree y Hendrix que son un espectáculo.

Muy buen pescado en el expositor, yo me enamoré de un salmonente, pero al final cayó una brótola a la plancha fresquísima y en su punto, y una cuajadera de pescado al horno con mero que estaba de muerte.

En definitiva, de todos los bares y restaurantes que hay por la zona, este destaca aunque pase desapercibido al pasar por la puerta. Absolutamente recomendable.