De Camino a Barcelona, planeamos parar a comer por Vinaroz, tras leer el comenario que había escrito, nos decantamos por el restaurante Bergantin. Acertamos.
El local por fuera no llama nada la atención, más bien la contrario. Dentro unas 10- 12 mesas, decoración más o menos. La carta no está mal, y la de vinos es bastante extensa, sobretodo en blancos. Pedimos clotxinas (mejillón más pequeño), buenísimas. Berberechos (estaban fuera de carta) un plato un poco escaso para dos pero estaban muy buenos, al vapor en su punto y un arroz de rape y sepionet, excelente y buena cantidad. Cafes agua y una botella de Vino Blanco de la variedad gewürztraminer. El servicio y la atención más q correctos. Total, que vale la pena desviarse de la carretera y comer decentemente. Ah, de precio, nos costó 60 euros, teniendo en cuanta q no pedimos postres esta bastante bien. Volveremos.

Hace varios años que frecuento este retaurante, y no habia añadido aun referencia, creo que ya va siendo hora de hacerlo. No voy muy a menudo (ya que queda un poco distante de mi domicilio de fin de semana) pero han sido ya las suficientes veces como para tener una valoración bastante objetiva. Restaurante eminentemente "de producto", y de producto de calidad, y como no, de pescado y marisco ya que, aunque obviamente tiene en la carta diversas opciones de carne, creo no haber visto nunca a nadie pedirla: alli se va a comer buen marisco, buenos pescados y muy buenos arroces de pescado.
Es restaurante es pequeño pero acogedor.Quizas un poco juntas las mesas, pero ya se sabe, si el lugar es pequeño, es normal querer optimizar el sitio, aunque las mesas son amplias y comodas, asi como las sillas. Todo el equipo que dirige Carlos, derrocha amabilidad y simpatia (obviamente contagiados por el).
Voy a describir mi ultima experiencia. Eramos 5 PAX, pedimos 4 entrantes: Sepia a la plancha (muy tierna y no servida en salsa verde como de costumbre), una novedad (creo) en carta, langostinos de vinaros con "espardenyes" en salsa de naranja (curiosa y acertadísima combinacion, ya que siempre los habiamos tomado a la plancha), una ración de dátiles de mar al vapor (escaso y cotizado marisco bivalvo, tienes la sensación de que te estas comiendo un "bocado de mar", espectaculares como siempre), tengo que decir que mi hijo (el de la foto) de 4 años, casi no nos deja probarlos,y como ultimo entrante "sepionet", con una salsita de ajo muy suave y con restos de su tinta (ay ese aceite mojadito en pan.....). Como plato principal, "arrossejat" de rape y sepionet, un arroz que aunque se ofrece como seco, se queda en ese puntito entre meloso y seco, extraordinario de sabor y de punto de cocción, además de raciones abundantes (repetimos todos). Para beber Palacio de Otazu Chardonnay 2006, bien servido (te dan a probar el vino), a su temperatura y con cubitera para mantenerlo frio. Las copas correctas (aunque se podrian mejorar). Todo esto, con agua, 2 raciones de fruta y cafes, por 169 €. RCP muy buen teniendo en cuenta todo lo comido. Invitacion a una copa de Moscatel de Alejandria de Bodegas CARE (muy buen moscatel, para nada empalagoso). Obviamente, ademas de que me encuentro como en casa, merece la pena volver.