Sabor..

En la fachada unas botellas de vino y un traje de torero y capote. Nada mas entra te encuentras la barra y unos barriles donde nos tomamos unos finos acompañada de un surtido de iberico muy bueno y generoso.. Al tercer fino un fino sin pretensiones pero bueno, tampoco extraordinario. nos sentamos en una mesa que tubimos que reservar ya que estaba todo lleno. Pero las mesas corrian, destacaba en su servicio un muchacho joven con tupe.. Manolo, rapido y agradable en su servicio nos sento y nos dirigio la comida.. Salmorejo, rabo de toro, mollejitas y berenjenas .. todo en pequeñas tapas que nos sacio mas que suficiente, y no sacudio nuestro bolsillo (gracias por las recomendaciones) al finalizar nos invito a un px. Tampoco extraordinario, pero bueno. Salmorejo bueno, pero un tanto falto de sabor, un toque de ajo, y un aceite de calidad le hubiese sentado muy bien, los platos sencillos sin decoracion pero muy rico el rabo de toro, tierno como el solo, las berenjenas tambien muy ricas pero llenan muchisimo por la bechamel de hierbabuena y el queso.. Me gusto mucho espero volver.. graccias por su amabilidad