Comprende bar y restaurante comunicados entre sí, aunque con entradas

Comprende bar y restaurante comunicados entre sí, aunque con entradas independientes. Decoración anodina, local aseado pero sin ningún interés en cuanto al entorno.

La carta está compuesta por numerosos entrantes, elaboraciones de pescado, carne y postres. La vajilla y la cubertería son suficientes aunque no destacables. El servicio es atento, dispuesto, pero no del todo profesional.

La carta de vinos es reducida, simple, diferencia entre: Riojas, Ribera del Duero, Vinos valencianos, D. O. Rueda, Blancos y Rosados a precios de tienda x 1.60. La cristalería es adecuada en cuanto a la forma, pero grosera, de “varias dioptrías”. El vino se conserva y sirve a temperatura adecuada (descansa en armario climatizador), pero sin formalismos (excepto el de la prueba).

Nuestra experiencia: dos entrantes, una ensalada valenciana, dos entrecots, tres paletillas de cordero, refrescos, agua mineral, dos Heretat de Taberner 2004, tres postres y dos cafés por 132.05 euros entre cinco comensales.

Honesto pero no entusiasma.