Excelente opción en Maraira

A mano izquierda e independiente del restaurante, está situada la cafetería. La decoración es más bien clásica, con cierto aire marinero. Bajo de la barra, dos grandes vitrinas, a modo de escaparate muestran los buenos productos frescos que ofrece. Separa en dos el comedor una serie de armarios climatizadores, donde descansan los vinos. Correcta separación entre mesas, cómodas sillas y mantelería adecuada.

Su oferta culinaria se centra en los productos que ofrece su entorno, básicamente del mar, con especial énfasis en los arroces. La vajilla y cubertería correctas, de estilo moderno. A destacar los medios utilizados en las elaboraciones culinarias: hornos de brasa de carbón de la marca “Josper”, que según nos informaron son de lo mejor, cazuelas de la marca “Le Creuset” para los mejillones, grandes cazuelas de hierro fundido para los arroces, que se secan en el horno, etc.

La carta de vinos es amplia y extensa, está organizada por tipos y DO’s. Sobrecargo en el precio del vino, un tanto dispar. El coperío bien de forma y grosor, con el oportuno cambio con el cambio de vinos. Vinos guardados en armarios climatizadores y servidos con enfriador (si procede), pero sin más formalismo que el de la prueba.

Nuestra experiencia fue para comer un sábado: previamente unas cervezas, refrescos, almendras y aceitunas, buen pan tostado, con posibilidad de acompañarlo con tomate rallado y/o sobrasada, como aperitivo de gentileza un hígado de rape escabechado. Entrantes: “coques de dacsa” con atún fresco (contundentes, pero muy buenas), calamar de playa braseado (no muy grandes, pero si muy tiernos) y mejillones al vino blanco (buenos también). Como principal degustamos dos tipos de arroces secos distintos: negro y de conejo con verduras, ambos excelentes de sabor y punto, a destacar las raciones generosas, incluso hubo quien repitió. Como postre surtido de frutas y tartas, también cafés e infusiones. Regamos esta copiosa comida con: cervezas y refrescos inicialmente, para pasar a beber varios V3 2008 y Beryna Selección 2005, los postres los acompañamos con Moscatel de la Marina de Enrique Mendoza.

Agradecer a Daniel, el Jefe de Sala, su disposición y profesionalidad, ya que hubo una confusión en el día de la reserva, que el supo solucionar de una manera muy profesional y rápida.

No conozco la zona, pero "La Senieta" debe representar una de las mejores opciones.

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