Un Clasico de Madrid. Negocios y Familiar.

Llevo 25 años visitando este restaurante siempre bajo la misma dirección. El local tiene mesas espaciosas y buena cuberteria, la decoración es de restaurante de gente pudiente. Decoración clásica y elegante.
En la comida destacaría las croquetas ( probablemente las mejores de España ), la tortilla española con almejas en cazuela de barro, el escalope armando (el más grande y fino), los dados de merluza en salsa de chipirones, la ensaladita de cangrejos de rio y esos pedazo de lenguados que nunca se de donde los saca Antonio. De postre el pastel de queso de cabra es impresionante.
En el apartado vino andan más flojos, la carta es corta y aparte de un Mauro y alguna otra cosa son sobre todo los clasicos. Aqui un poco de ayuda les vendría bien.
El servicio es atento y siempre esta lleno.
A mediodia es normal encontrarte a alguno de nuestros super jueces o super politicos y por la noche, los protagonistas del Hola ( los de dinero digo ) son habituales.
Sin embargo la relación calidad precio es super ajustada. No en vano siempre esta lleno.