Y además otra oportunidad. Jamás he tenido queja de este local, aunque es cierto que la carta de vinos es justita.
Es una lástima que este restaurante no disponga de mejor local. La cocina (cocinera) es buena pero el local no permite disfrutar como se debiera de la comida. Además es muy ruidoso.
Siete mesas de tamaño adecuado para dos personas, bien vestidas pero coperio arcopal.
Tiene una carta reducida pero suficiente, cocina de mercado bien elaborada.
La carta de vinos inexistente, solo hay dos vinos. Viña Zaco y Castro Bergidum, un mencía del Bierzo. Nada del otro mundo.
Tomamos de entradas ensalada templada de berengenas con virutas de parmesano, muy buena, revuelto de boletus con foie, bueno, y alcachofas gratinadas rellenas de foie. Tiernas y exquisitas.
De principales pedimos brocheta de atún, en su punto, carrilleras de cerdo,correctas y capon relleno, algo seco por el horno.
Los postres excepcionales, tiramisú de fresa y tarta tatín, la mejor que he probado nunca.
Repito buena comida en un local inadecuado
ensalada templada de beregenas
tiramisú de fresas
alcachofas gratinadas rellenas de foie
Y además otra oportunidad. Jamás he tenido queja de este local, aunque es cierto que la carta de vinos es justita.
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