Sorprendente, esa es la palabra. Decoración tranquila, si estridencias, relajado. Amplias la mesas, con separación suficiente.

Y empieza el festival, menú degustación basado en las setas-hongos de temporada, trece diferentes variedades contamos, en un alarde de tecnica y control de la materia prima.

Ricardo nos dejó a todos, por uno u otro plato, aluzinados. Si tuviese que puntualizar sobre uno en concreto creo que me decidiria por el de oreja de cerdo, texturas inclreibles, sabores entremezclados pero definidos, disfrute maximo. Y la navaja, y el pescado y el postre, y todo. Presentación cuidada al detalle en cada uno de los platos, y eramos catorce, todo servido a tiempo y en temperatura, aqui no hubo esperas de ningún tipo.

Y Conchi en la sala y al cuidado del vino, amabilidad x 10 y elevada al cuadrado. Pendiente, cuidadosa, amable, un encanto. Vinos de la tierra, pero sin perder de vista el resto, variedad, calidad y sin excesos en el precio.

La relación claidad precio?? sin palabras.

Restaurante de lo mejor de Zamora. Tomé el menú degustación: Realmente todos los platos estaban muy bien elaborados. Destacaría la bouillabaisse de rape, excelente con unas texturas y unos sabores fascinantes. También digno de destacar el carpaccio de boletus con foie.
El servicio por parte de las camareras no fue todo lo profesional para como corresponde a un local de esa categoría. Tampoco fue nada satisfactorio el servicio del vino. Ambos aspectos deberían de mejorar, para así alcanzar el restaurante un mayor nivel.
En definitiva un restaurante muy recomendable y que mejorando lo fácil ( servicio ) puede llegar a ser uno de los mejores de toda la provincia.

Tercera vez que acudo en dos meses, y siguen rayando a gran altura. Muy buena la piña en texturas, el lechazo a su manera, el taco de atún rojo (que esta vez no me lo pude acabar). Emplatan las entradas, cosa que es de agradecer. Vajilla y Cristalería extraordinarias. Local acogedor, aunque las mesas que pegan en la pared para más de dos personas no son muy comodas, muy bien decorado. Conchi la jefa en la sala, te hace sentir muy a gusto. Y lo mejor está por llegar... La factura. La calidad de su comida, y la infraestructura del local, hacen que comer aqui sea barato. Sobre 40 €, bodega aparte.

Restaurante con decoración "Zen", pocas mesas y una de las cocinas mejores, diría yo de España y sin lugar a dudas de Castilla/León.
El chef y propietario Ricardo Campos, junto a su esposa Conchi ejerciendo funciones de maitre, me hicieron experimentar uno de los momentos gustativos más memorables de los últimos años.
Alta cocina con mayúsculas, sin cesiones a las tendencias químicas imperantes en la alta cocina tan de moda en España. Productos de la Tierra y de la Mar, claramente distinguibles, acompañados de atrevidos ingrediantes más exóticos. Fusión con raices y sorpresas cercanas.

Lo recomiendo encarecidamente y lo hago con prudencia después de haber ido tres veces (La primera no me lo creía por 45 euros)

La bodega con especial cuidado en los vinos de Toro y de la tierra de Zamora , pero sin olvidar, riberas, riojas y costers. Copas y servicio de vino correcto en general.