¿Habrá más restaurantes que viviendas en El Palmar?

Espacioso local de decoración inexistente. El mobiliario resta en los cambios y mejoras que ha podido sufrir, ya que el nombre y los carteles del mismo son de corte moderno. Lo cual no quiere decir que no esté cuidado. Limpio, iluminado, con vajilla personalizada, mantel y servilletas de hilo, coperío correcto, con cambio bajo petición por otras de más nivel... Trato campechano ya desde la reserva telefónica. Constato lo de que tienen clientes de toda la vida, pues por lo observado deberíamos ser los únicos que los visitábamos por primera vez. Aprovecho para decir que no será la última.
Buena materia prima y raciones generosas las del arroz, plato principal. Un sustancioso arroz del senyoret (13 €. ración) que se puede pedir en paella o meloso, siendo ésta última la elegida. Recomendación para tres pese a ser cuatro (dos niños). Todo un acierto porque ellos comen menos cantidad y porque los entrantes se pidieron más a su gusto que al nuestro. Bravas (5 €.), calamares (8 €.), y puntillas (8 €.). Más que correctas. Servicio previo de pan tostado (1 €.x 4) machadito de aceite, y preparado de tomate. Hubiese preferido el tomate rallado como siempre pese a la explicación de que lo mezcla con el de bote para que tenga una mejor presentación. Se nota.
Botella de agua grande y vino blanco Las Tres, uno de mis preferidos a 15 €. Carta de vinos que puede ser suficiente para el corte del local. El servicio del vino se limita a su apertura y dado a probar. Cubitera sintética sobre la mesa. En este caso, me vale.
No tomamos postre de la buena lista de caseros que tienen. Un par de cafés para los adultos.
Recomendable con niños y grupos. Puede que una pareja se sienta un poco pequeña en ese océano por sala.