Evolución, ahora mucho mejor

Hacia dos años de nuestra primera visita, el restaurante acababa de abrir, liderado por un chef local con mucha proyección, nuestra experiencia en aquella ocasión fue un poco decepcionante, interesantes propuestas, pero floja ejecución, similares guarniciones para diferentes platos, entusiasmo en el servicio pero descoordinación y poca experiencia.

Bueno, pués dos años después volvimos y de paso comprobamos su evolución. El restaurante mas o menos sigue manteniendo la misma decoración, que yo recuerde, blancos y negros (contrast-e), le falta un poco de calidez, pero eso va a gustos.

La recepción ya nos despertó buenas sensaciones, muy amable y comprometida, después el servicio estuvo a la altura, en sala dos chicas jóvenes, cuando el restaurante se llenó, hay que reconocer que iban de culo, pero no afectó al servicio, siempre amable, atento, preguntando, explicando los platos, sin agobiar, nada de malas caras a pesar del tremendo trabajo que tenían que gestionar esa noche, siempre sonriendo y atendiendo nuestras peticiones, así que en este primer aspecto, la evolución si que ha sido evidente respecto a hace dos años.

Al leer la carta, si me pareció que era bastante diferente a nuestra primera visita, siguen con una buena lista de primeros muy sugerentes, para empezar unos raviolis crujientes de pulpo con crema de patata, una interesante interpretación del pulpo a la gallega, tres bolas de pasta brick rellenas de pulpo troceado, sobre una crema de patata y espolvoreado con pimentón, el pulpo en su punto y tierno, toda la combinación muy buena, nos gusto este primero.

Para los segundos siguen ofreciendo arroces, carnes y pescados, pedimos un Solomillo Contrast, mi mujer no quiso salsa y pidió si lo podían acompañar de unas verduras, ningún problema, así fue y el plato tenia muy buena pinta, yo puedo comentar el mío, el solomillo Contrast es un solomillo con salsa de ceps y unas patatas caramelizadas, buena materia prima, tierno, sin nervios, muy bueno, las patatas me gustaron mucho también.

Bueno, pues en este aspecto, bajo nuestro punto de vista, también hay una evolución mas que notable, esta vez disfrutamos, la anterior solamente comimos.

En la carta de vinos predominan las D.O. catalanas y nada de marcas comerciales, o al menos no hay ninguna de las típicas, la mayoría no las conocía, pedimos un Cap de Ruc (16€), nos dejamos aconsejar, bastante afrutado, aguanto sin problemas la cena con cuerpo y post gusto medio. Servido en buenas copas (con marcas de agua, podrían pasar un trapo antes de dejarlas en la mesa), bien de temperatura y ya está-
No pedimos postres.

Me gustó comprobar una evolución tan notable (siempre en nuestra humilde opinión) porque siguen desplegando unas ganas y entusiasmo muy evidentes y así seguro que llegan los resultados.

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