Celebrando el cumpleaños de un familiar, nos fuimos a cenar al que tienen en Juan Bravo. Yo nunca había estado pero siempre lo había escuchado como un restaurante referencia en la oferta de los arroces de la capital. Es un local elegante, muy a la vieja usanza, cómodo, con mesas amplias y separadas, correcto menaje y como dice El Gastronomo en su comentario, al personal, aunque el servicio en sí es profesional, se le nota distante en el trato.
La carta de vinos, correcta aunque los vinos que recomiendan dejan mucho que desear. Como detalle feo, los precios de las cartas vienen sin añadirles el IVA, cosa que creo que no es ni siquiera legal.
Pedimos el arroz a banda St. James, lo que después nos extrañó, al ver que el arroz venía con una cigala, un carabinero y un langostino para cada uno, que la persona que nos tomó la comanda insistiera que pidiéramos carabineros de entrante.
La cena fue la siguiente 1 fino (3,50€) y un verdejo (2,40€) para acompañar el aperitivo y pan (3€/p). Berberechos (sabrosos pero de tamaño pequeño -17€), 2 carabineros (excelentes-25,60€), arroz a banda St James (62€), el arroz estaba en su punto y sabroso, lo lamentable fueron las dos cigalas que nos pusieron cuya carne era puré. Un sorbete al cava (7,50€), otro al vodka (7,50€-posiblemente han sido los peores sorbetes RCP que hemos tomado nunca) y un vino blanco de Valdeorras, Valdesil (24€) teniendo que sumar a todo ello el IVA correspondiente. Total, 167,94.
Creo que en estos tiempos duros que vivimos el hecho de pagar 84€ por persona, sin espirituosos, es un precio al cual se le debe exigir muy mucho. Yo me imagino que teniendo ya 4 locales en Madrid les va muy bien, pero con esta RCP, a mi no me merece la pena volver.