Una muy bien, una muy mal

Álmuerzo para dos, con gambas cocidas, salteado de gurumelos y almejas al vapor de entrantes y arroz negro con carabineros de plato principal. Excepcional el punto de cocción y presentación de las gambas. Las almejas perfectas en cuanto a tamaño y punto. El revuelto de gurumelos sabroso, aunque excesivamente aceitoso (la calidad del aceite lo compensaba). El almuerzo prometía, aunque a la mitad se torció. Tardanza inusitada del arroz que rompió en dos el ritmo de la comida. Tras anuncio de que habian tenido "un problema" para justificar la tardanza sirvieron un arroz duro. No "entero" ni "al dente"... DURO, que se quedó casi en su totalidad en la mesa. Ante la queja al camarero no pasó nada. Ni disculpa, ni explicación, ni compensación de cortesía de ningún tipo. De postre, tarta Paraíso de bizcocho con tocino de cielo(muy buena), así como un error en la factura (de escasa entidad y subsanado rápidamente). Total: 135 euros, dos personas (sin vino). Desluce totalmente la magnífica impresión recibida del año anterior por las mismas fechas, cuando tomamos un arroz caldoso de bogavante realmente bueno, con un servicio bastante más atento.