Guiado por los comentarios que habia leido sobre este restaurante y aprovechando que estuve por la zona, fui a comer alli.
He de decir, que anteriormente ya habia estado varias veces pero el aspecto desde el exterior, nunca me dejó entrar; pero, claro, después de leer las buenas críticas de este foro, allá me fuí.
El servicio, de regular tirando a malo: una srta. rubia, con acento extranjero, que parecia que te estaba perdonando la vida a cada momento.
Los "Calamarsets amb fabetes". Una pena. Nadando (literalmente) en un mar de aceite.
El "Fricando de rap amb bolets", otra pena. El rape no sabía a nada. "aquello" solo sabía a la mezcla de setas que llevaba; La cebolla del sofrito, en unos trozos enormes y a medio pochar. En fin, que se me quitaron las ganas hasta de tomar postre.
Posiblemente, no acerté por ir solo, y no poder pedir algún arroz o fidegüá que parece que son las especialidades, pero como solo lo sirven a partir de dos personas, puesa, me quedé con las ganas.
De todas formas, no volveré aunque fuera con mas gente para poder pedir arroz. No me quedaron ganas.
Restaurante situado a la entrada del pueblo, justo a la bajada del puente que une Sant Jaume D´Enveja con Deltebre.
Se trata de una casa de gran tamaño, aunque sin ninguna gracia en particular, dispone de un buen aparcamiento y zona de terraza.
La entrada de hace por la planta baja, donde se encuentra el bar, el comedor está ubicado en la zona superior y este a la vez se divide en dos alturas, con un poco de suerte, te puede tocar una mesa con vistas al delta. Decoracion en madera mas bien clasica, mesas bien vestidas y con suficiente separacion, vajilla, cuberteria y cristaleria correctas.
Mientras esperabamos para pedir nos trajeron unas aceitunas y unos cacahuetes.
Para compartir pedimos una ensalada del delta 8,50€, muy bien presentada y muy rica, con sus langostinos a la plancha, jamon de pato y panecillos untados de paté.
De segundo un arroz a banda de marisco 25€ por persona, simplemente impresionante, todo y que decir que no sabia exactamente de su preparación, primero te sacan una cazuela a modo de caldereta con una cantidad ingente de langostinos, de buen tamaño y mejor calidad, cigalas, media langosta y medio bogavante, con su caldito y sus patatas guisadas. Mas tarde te sacan el arroz en una paellera, limpio, simplemente hecho con el mismo caldo que la caldereta, puro sabor, sobró para repetir una vez mas, pero no pudimos con el.
No quedó hambre para postres.
La carta de vinos es bastante escueta, D.O catalanas principalmente y algun Rioja y Ribera, para la ocasion nos decantamos por un Gramona Imperial 2006 a 21€, servido en cubitera y dando a probar.
Terminamos la comida con unos cafes.
Como nota negativa, decir que el trato fue mas bien serio y que el señor que tomaba las comandas se empeñó en todo momento en hablarnos en catalan, cuando se había dado perfectamente cuenta de que no eramos de allí.
Tambien recomiendo llamar para reservar, por lo menos en fines de semana, ya que se llenó por completo e incluso hubo gente que se quedó sin comer.
Un clásico restaurante a la orilla del Ebro junto al embarcadero, junto a lo passador, con muy buenos arroces y platos típicos del delta. El arroz a banda de marisco, sensacional. El servicio del vino normal con pocos vinos, pero buenos de la tierra (Terra alta, priorat, Montsant...)
Cada año vamos, ni que sea una vez, a tomar un arroz a éste lugar. Desde los entrantes hasta los postres todo se puede recomendar, esta vez pedimos calamares con cebolla de entrantes y madre mía, estaban de muerte. Se cuida cada detalle y si sobra arroz no dudéis en pedir que os lo pongan para llevar, si es que no lo hacen ellos.
La paella que pedimos, la de bolets y escamarlans, muy recomendable. Para beber un palacio de Bornos , las dos variedades que tienen Verdejo y Sauvignon Blanc.
Sin duda a recomendar.
Arrivarem al restaurant a les 3 de la tarda i varem demanar taula per a 7 persones (4 adults i 3 nens). El restaurant estava ple i ens varem esperar 20 minuts. Tracte molt amable. Sala impressionant, carta de menjars i vins molt original, història del riu a la taula. Molt assortit d'entrants d'ànec (amanida amb 3 textures d'ànec (foie, pernil i a la brasa) impressionant... foie de la casa fantàstic..). De segons, gran carta d'arrossos i fideus (varem fer 2 raccions d'arros amb llamàntol i 2 raccions de fideus negres (molt, molt bons) i la canalla un entrecot cada un d'ells... Raccions molt grans en el cas dels arrossos i fideus). No varem fer cap vi, carta correcta, copes i gots correctes. Servei excel·lent. Hi tornarem
(Justo en frente del Transbordador Garriga)
Restaurante típico del delta, para toda la família, muy buenas ensaladas, muy buenos platos de carne y pescado, pero sería imperdonable no probar algún arroz, típicos del delta, ya sean de pescado y marisco o de pato. En nuestro caso fue un arroz de rodaballo y gambas excelente, del que nos sobró la mitad por la cantidad que ponen!! Te lo traen a la mesa y te lo sirven. Tanbién vimos que quitan las espinas al pescado, por lo que el servicio merece una mención. La carta de vinos es senzilla pero con cierto interés, más bien clásica y para el gran público, pero correcta. Vino blanco en cubitera y no dan a probar. Lugar muy agradable.