El Chalet sigue siendo,para mi gusto,uno de los mejores restaurantes de Zaragoza por diversos motivos.Buena ubicación, edificio singular (antiguo chalet residencial reconvertido en restaurante, cocina creativa pero con raciones adecuadas y una terraza-cenador de verano privada que es un auténtico lujo. Si has tardado unos meses en ir siempre te sorprenden con algún plato nuevo.El viernes 19 me encontré que habían cambiado el menú de degustación anterior(50 por persona más IVA y bodega aparte) y que tenían un picoteo de 3 platos por 21 por persona.Decidimos probar ambas cosas.Nos obsequiaron con un aperitivo de crema de calabaza templada en vaso y una cucharada de lámina de salmón ahumado con vinagreta de pistachos y almendras picadas (9),los dos muy buenos. Me gustaron especialmente: la vieira plancha con dados de panceta y berenjena (8,75); el bonito marinado con verduras al wok y emulsión de soja (8)y el tataki de solomillo de ternera con tomate kumato y cebolla confitados(9): unas láminas de solomillo hechas al punto que se fundían en la boca y combinaban muy bien con la cebolla y el tomate (que parecía patata confitada.Todo muy bien presentado.Servicio cordial pero muy profesional.Regamos la cena con un Auctor 2003 de Bodegas Ballabriga a 21 euros la botella.Un coupage de cabernet y Merlot seleccionado de los viñedos de la finca Rosellas.Un vino de crianza con pimienta y canela en nariz pero que libera fruta madura.Muy goloso y agradable de beber y con un final largo.El postre consistía en un combinado de sorbete de limón, tocino de cielo y crema de yogur(8), destacando el tocino de cielo casero que casaba muy bien con la crema de yogur natural.Indudablemente, la calidad tiene un precio, pero realmente se disfruta de la gastronomía.