Parque atracciones gastronómico

Volvimos otra vez a este restaurante que nos impresionó en su día, y vemos que sigue mejorando, con una imaginación extraordinario, unos juegos gastronómicos muy divertidos, una gran atención y un placer. Me sentí como en un parque de atracciones gastronómica. Ah! y los vinos, sobre todo los propios de Les Moles, propuestos por Carmen Sauch, muy buenos. Elegimos el menú ‘El Camino Recorrido’ con armonía de vinos y una noche en el maravilloso hotel Lloc D'Omm, compuesto por varios de los mejores platos del chef Jeroni. Los tres valores principales de su cocina y que aparecen en su página web, son la proximidad, la técnica y la diversión. Los tres valores están presentes, productos próximos, una gran técnica imaginativa y una gran diversión.
Para empezar el menú nos presentan por el final la cuenta, en papel comestible, Desandando el menú nos sirvieron los petit fours, Dos chuches, una Piruleta de Aceite de oliva de Ulldecona y sal del Delta del Ebro, fantástica, y una Gominola de vinagre de la Terra Alta ‘Mercé del Menescal’. Todo ello con un cava Rosat de Oriol Rosell. Ahora vienen los postres, seguimos con el juego, primero un Yogur de zanahoria y caviar de arenque del Delta del Ebro y un Polo de foie-gras, contrastando sabores dulces y salados. Ahora llega el Café, Copa y Puro, un Capuchino de alcachofa de Benicarló y avellanas y una Copa de caldo de verduras al whisky, servida en una copa de Cardhu. Primero hay que oler y después beber, y es impresionante el aroma del whisky que después no existe en el paladar, el caldo es suave y rico. Y el colmo, es el Puro de pimiento verde y mousse de puerro. Fantástico. Un gran juego y muy bueno. Ahora en el menú ‘Ahora ya podemos empezar a comer’, y empezamos con una Ensalada de gambas del Delta con algas. Nos lo adornan con un vino blanco joven y fresco de Les Moles de Garnacha Blanca y sauvignon. A continuación nos encontramos con el paisaje del mar en un plato, El Delta del Ebro, que ya lo habíamos probado en la anterior ocasión que estuvimos, es sorprendente el color azul, la ostra, los mejillones y unas navajas al natural, con una espuma de mar. La ostra fantástica. A continuación la caballa con angulas en una crujiente coca. Nos ponen un vino de Costers del Segre de Garnacha Blanca. Después el Canelón de sepia relleno de setas y langostinos,
El siguiente plato fue la Raya con salsa marinera, muy bueno. Después viene otro producto de la imaginación, y realmente muy bueno, sorprendente, la McMoles, una hamburguesa de foie con pan de naranja, salsa de pimiento y salsa de tomate, patatas paja caseras y un vasito de garnacha. Sensacional. Para terminar, nos sirven un canelón de rabo de toro con el vino de crianza de Les Moles. Ya no podíamos más. Pero era contundente y bueno.
Cuando ya creíamos que se acababa, no termina aquí, nos sirven el Menú Infantil compuesto por los platos típicos que se sirve a los niños en los restaurantes, unas Patatas con mahonesa y refresco, que en realidad es fruta salteada con crema y bebida de coco, unos deliciosos y sorprendentes Macarrones de miel con salsa de fresa, galletas crujientes y helado que pretenden emular a unos macarrones a la boloñesa con queso, Este plato es para flipar. Todo esto combinado con un cava dulce de malvasía de Freixenet. Después un ‘Magmum’ de algarrobas,sorprendente. Para finalizar una Sal de frutas, de naranja y bicarbonato, un poco raro y un neceser, un pintalabios de frutos rojos, una crema dental para untar sobre una galleta a modo de cepillo de dientes, una sprai de romero…Enfin todo una atracción, y con una relación calidad precio óptima. El precio no lo pongo porque pagué todpo el pac, con el hotel. Los comentarios de los vinos hecha por una prudente y conocedora de los vinos Carme, que con el resto de personal nos hicieron una comida muy agradable. Al final pudimos comentar con el chef Jeroni toda esta experiencia. Felicidades y que sigan en este nivel.