Asturiano en la Casa de Campo

Comida familiar en EL BOSQUE SAGRADO, en el Paseo de las Provincias de la Casa de Campo. Entorno muy agradable, estás a la vez en Madrid pero en medio de un parque. Fácil aparcamiento. El restaurante está montado en el pabellón de Asturias de la antigua Feria del campo (al lado de Currito, La Pesquera…) y se presenta como la sucursal en la capital del restaurante “La venta del jamón”, situado a mitad de camino entre Oviedo y Gijón. Edificio de piedra, con techo de madera y vigas vistas, muy bien puesto y decorado. Ideal para celebraciones y eventos, aunque también ofrecen comidas a la carta en fin de semana.

La cocina es de corte asturiano, como no podía ser de otra manera. La oferta culinaria se basa en un menú con entrantes fijos y diferentes precios (entre 18 y 24 euros, bebidas aparte), dependiendo del segundo que se elija (fabada, arroz con pulpo y oricios “pitu de caleya” guisado o “pixin” con verduritas). Como íbamos ocho personas pudimos probar casi de todo. Como aperitivo unas almendras y unos encurtidos, que siempre vienen bien para ir abriendo boca. De entrantes a compartir, unos platitos de jamón ibérico, que estaba bastante bueno, acompañado de un surtido de panes con tomate rallado. Croquetas de centolla, un poco insípidas, prescindibles. Foie-gras con tostaditas, el foie no estaba mal pero difícil de comer porque estaba un poco tieso, lo acababan de sacar de la cámara frigorífica. Ensalada de atún rojo, aunque más bien eran unas patatas aliñadas (con huevo, tomate, cebolla dulce, etc.), y bueno… el atún rojo era más bien bonito, eso sí, casero y sabroso. De segundos pedimos fabada, que no estaba mal, las fabes bien cocidas y bastante tiernas, aunque no les hubiera venido mal desgrasarlas un poco, el compango normalito. Arroz con pulpo y oricios, que se dejaba comer, aunque salió un poco seco y falto de sabor. Y, por último “pitu de caleya” (pollo de aldea criado en semi-libertad) guisado con patatinas, bastante rico, con una carne fibrosa pero tierna y una salsa bien ligada de mojar pan. De postre milhojas con nata y dulce de leche, y una tabla de quesos asturianos que pedimos que nos pusieran para llevar, pues a esas alturas estábamos tan llenos que nos fue imposible acabarla.

Para beber nos decidimos por el vino de la casa (un Sierra Cantabria joven), servido a buena temperatura y en copas decentes. Café regular. Buen servicio de mesa, vajilla bonita, mantelería de hilo y servilletas de tela. Ambiente de familias con niños y alguna parejita despistada. Servicio voluntarioso pero escaso, sólo dos camareros para un comedor de unas 20 mesas, que hizo que la comida se prolongase un poco más de lo deseable. Al final la cuenta se pone entre 25 y 30 euros por barba. No es caro, pero en conjunto no nos dijo gran cosa, sin embargo creo que es una buena opción para comidas familiares y grupos de amigos.

  1. #1

    Kintiman

    Pues si me apuras, de asturiano nada mas que tienen los segundos, porque entre el jamón, el foie y el atún ya me contarás, jajaja.
    Un saludo.

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