Lo he visitado en otras 2 o 3 ocasiones.
Quiero referenciar la última, que fué con un famoso bodeguero de Ribera del Duero y un acompañante, donde disfrutaron/mos de varios platos sin quedar ni un átomo en ellos.
Yo suelo ser muy cuadriculado para la restauración, a cada sitio que voy tengo ya dos o tres platos estrellas y nunca suelo cambiar, por eso quiero comentar que los señores que me acompañaban, solicitaron viandas que yo no habia degustado nunca y quedaron maravillados.
Por tanto valen todas las referencias indicadas más abajo, solo añadir que la mayoría de los platos, por no indicar todos, son de extraordinaria confección y de gusto exquisito.
Mis felicitaciones a Javier y Angel.

Un sitio muy acojedor donde la distancia entre mesas es muy considerable y quizas excesiva. La mayoría de las mesas con ventanas hacia el exterior, con mucha claridad y con gran alegría.
La cocina excelente, muy bien dirigida por Javi y el servicio del vino idem de lo mismo, aqui se nota la mano maestra de Angel.
La carta de vino bastante completa, como es lógico dominada por los de D.O. Ribera del Guadiana, pero hay referencias de muchas otras con vinos de gran calidad y de precios razonables.
Los boletus salteados con crema de queso del casar sin duda ANTOLOGICOS, las manitas de cerdo EXCEPCIONALES y una buena cantidad de platos extraordinarios. Por ponerle algunos defectos, de los que siempre se aprende, el surtido de queso extremeño es bastante flojo, deberían consultar con otros proveedores que dan mucha más calidad y seguro que a igual precio, otro puntito flojo son algunos postres, los helados no son bastante rusticos, parecen de hacen 15 años, también deberían plantearse esa faceta, sin embargo las milhojas de tocinito de cielo estaban muy ricas.
En definitiva un sobresaliente, aunque tienen que pulir algunas cosas, son jovenes y con ganas, por tanto tienen todo a su favor.