acudimos por recomendación.
local bien ubicado, con decoración moderna y mezcla equilibrada de esa modernidad y la comodidad necesaria.
espacio exprimido con lo que la sensación de cercanía es considerable
tienen varios menus y una carta no excesivamente larga pero completa, así como platos "del día", por lo que vimos y compartimos, todo lucía bien tanto por el formato tapas como por el formato platos.
la RCP está muy bien.
no hay cargos extra por "cubiertos" o "comensales", alguna tapa algo excasa, pero de todas maneras, buenos precios.
la carta de vinos con referencias poco habituales y con un marco de precios que permite encontrar muchas botellas correctas por debajo de los 20 €...
mantelería, cubertería, loza, cristalería.....correcta...aunque ésta última (las copas) bastante básica.
el servicio es excelente por parte del jefe de sala (propietario?) pero las dos personas más que trabajan en la sala ajustan el servicio al salario low cost que deben tener... el servicio no es malo pero está más cercano de un bar de tapas que de un restaurante...
tanto a nivel de trato del vino como la forma de traer y llevar platos.....
en resumen, un local interesante, pero que luce esa relajación que se adquiere a veces, al llevar años funcionando... como si "rentabilidades pasadas garantizaran rentabilidades futuras"....
los postres estaban excelentes, no eran baratos, pero estaban excelentes.
recomendable
Y el Racó tiene que ver. Magnífico tataki de atún con reducción de soja, con una materia prima excelente (8). Buena ensalada de verduras, pero ni de lejos como el tataki (un 5,5). Mis amigos se deacntan por un magnífico queso de cabra con mermelada. Elaborado, cuidadoso. Servicio bueno a muy bueno en la explicación de platos por parte del (dueño?).
Una buena dirección en Sabadell.
Ah, nada de vino que se ha de conducir. Cerveza AK Damm bien servida y en su temperatura.
De los restaurantes de Sabadell que apuestan por la innovación. El local muy agradable. Personal muy atento y amable, especialmente el jefe de sala. La carta limitada pero acertada.
Los raviolis de piés de cerdo sublimes. Muy buenos también los raviolis won ton.
Hamburguesa de buey y presa ibérica sorprendente.
El jefe de sala entiende de vinos y de cocina. Está presto a comentar los caldos de la bodega.
Los postres artesanos hay que probarlos.
Destacar primero el entorno, ubicado justo al lado del campanario de Sant Felix, Barroco del año 1.738, es una esquina deliciosa de Sabadell (decir que ahora la placita esta de obras...)el restaurante es muy bonito,(es el antiguo La Mossegada, pero son los mismos dueños) decorado rustico-colonial (esta definicion es de mi mujer, yo soy incapaz de llegar a estas conclusiones), parquet, vigas de madera, piedra, una bodega subterranea, en fin, me extiendo un poco porque realmente es bonito.
Cocina Mediterranea con toques de autor y buenas presentaciones. Carta intersante mas los platos del dia. Primeros, raviolis de pies de cerdo, foie y pera caramelizada (celestial)la capa inferior laminas de pies de cerdo, relleno de foie y la capa superior, laminas de pera caramelizada, servido semi frio, gusto muy bueno y textura genial con el caramelizado (me vuelvo a extender, pero creerme, vale la pena). Puding de verduras a los tres quesos (muy bueno) y con esto a los segundos, Presa iberica con salsa de queso Stilton, tambien braseado de verduras, buenas materias primas y muy bien tratadas, lo que ocurre es que despues del exito los primeros, en el plato principal esperabamos la banda de musica y los fuegos artificiales.
Bueno y ahora lo mejorable: el servicio, cuando te atiende el dueño, genial, explica los platos, se interesa por si estas agusto, muy bien, cuando te atienden las camareras, servicio muy plano y con dudas, se nota que no tienen experiencia ni formacion (lastima que no podamos puntuar el servicio en esta seccion). El servicio del vino me desanimo un poco, despues de lo descrito, esperaba mas. La carta bien varias denominaciones, mezcla de marcas conocidas y menos conocidas, las añadas de la carta no coinciden con la botella (el problema de tener la añada impresa en la carta, que te obliga a actualizar), tuvimos que pedir que nos cambiasen las copas, total, abren la botella y poco mas, el vino a temperatura eso si (Rivola 2006, 14,82€), es una pena, en mi humilde opinion, si mejoran esto, estara a alto nivel, postres artesanos y buen cafe. Volveremos para seguir probando la carta cosas como tataki de atun rojo con guacamole y reduccion de soja y wasabi o hamburguesa de buey con toque de foie y salteado de trompetas de la muerte.