en este restaurante de la zona de Arturo Soria, al que no faltamos tres o cuatro veces al año y que mantiene una línea fiable, sin destacar en ninguna faceta pero que siempre te deja con buen sabor de boca.
En esta ocasión acudíamos a una comida navideño-familiar para la que solicitamos uno de los reservados en los que no se está excesivamente amplio pero se puede departir tranquilamente. Mesa vestida correctamente, vajilla y cubertería suficientes. Solicitamos copas más amplias para los vinos, que nos cambian muy amablemente.
La carta está estructurada de manera que puedes combinar un entrante (entre 14 distintos) y un principal (entre creo que 17), dependiendo el precio final por comensal del grupo de plato principal por el que optes (hay 3 grupos, uno cotiza a +-19€, otro a +-23€ y otro a 26€).
Opté por ensalada de atún marinado (correcta pero mal presentada) y lubina a la sal con vinagreta de tomate (bastante buena).
También se pidieron como entradas trigueros plancha, hojaldres de verdura, quesadillas, huevos estrellados, según comentaron todos correctos. Otros principales, chipirones salteados y chuleta de Avila, también bien. Postres normalitos.
Todo atendido con profesionalidad y mucha amabilidad.
A destacar el detalle de la casa con los vinos. Cuando reservamos consultamos si era factible llevar los vinos, accedieron indicando que cargarían el precio del vino de la casa (7 €) en concepto de descorche por cada botella. Mediada la comida nos indicaron que en esta ocasión no nos facturarían nada por ese concepto.
Degustamos un Riesling Weingut Karp-Schreiber 2007, Tintos Dido 2008 y Arzuaga Reserva Especial 2004 y Champagne Grand Cru Blanc de Blancs de Claude Cazals.
Todo lo citado, más cinco postres y café para todos (7) por un total de 197.42 € IVA incluido. Bien es cierto que los vinos corrieron de nuestra cuenta (y en el total por persona no lo reflejo) pero por ese precio muchas veces no se come ni en locales standard de comida prefabricada.
Bravo por la sensibilidad de los hosteleros a los tiempos que corren. Así se ganan clientes.
Restaurante ubicado muy cerca del metro Arturo Soria, la decoración y el servicio muy correcto. Degustamos de entrates pimientos de guernica con patata y picadillo iberico, croquetas de calamares en su tinta y virutas de foie. De segundos optamos por carne en mi caso (solomillo con setas y patatas confitadas de guarnición). Todo ello con el vino de la casa MARTINEZ LACUESTA, cafe y GIN TONIC, precio total/persona 44 Euros.
El servicio, la decoración, la materia prima y un precio aceptable sugiere de un restaurante totalmente recomendable.
El restaurante La Misión está ubicado en un chalet de dos plantas de estilo colonial, decoración agradable y buena atención. Es curioso que los entrantes por comensal no se cobran (aunque lo pagues en los segundos), nosotros degustamos una croquetas de calamares en su tinta excelentes,virutas de foie con redución de balsamico. Como platos principales tomamos Ravioli rellenos de rabo de toro con manazana caramelizada y Lomos de Rape con lagostinos al oporto. Respecto a la bodega no puedo hablar ya que nos decantamos por le vino de la casa Martinez Lacuesta. Terminamos con un sorbete de limon de vodka y cava.
Lo SORPRENDENTE de este sitio, por la atención, la decoración y el contraste de sabores fue el precio 81 Euros todo. Por ello es muy aconsejable. Por cierte tienen terraza en verano.