Pertenece al grupo VIP's. Cuando me enteré, me imaginaba algo distinto a lo que me encontré, más estilo Ginos. Está diseñado en el antiguo teatro Beatriz, manteniendo su estructura y sustituyendo las butacas por mesas. Arriba creo que tienen la zona de fumadores acondicionada para tomar una copa, en mesitas pequeñas. A lo que vamos, el comercio y el bebercio. Eramos ocho: unos entrantes que eran jamón (corriente), mejillones al vapor (microscópicos), unas croquetas (unas bolas del tamaño de canicas grandes insulsas) y unos langostinos rebozados con guarnición de champiñones (pasables). De segundos un poco de todo: salmón plancha (muy bien), mi bacalao con setas (bastante bien), chipirones encebollados, huevos rotos con jamón y patatas, solomillo, una pasta con salsa... un poco de todo. Lo mejor fue encontrar en una correcta carta de vinos un Regajal esquisito: tomamos 2 botellas en copas correctas. El primero del difícil de encontrar 2006, buenísimo. El segundo del extinto 2005, fabuloso. Vinazo! (24 euros cada botella). De postres un par de cosas ricas nada especiales. Servicio correcto. Lo mejor, el vino y la compañía. Salimos a 50 euros por persona. Mi conclusión: son estos sitios los que me hacen quitarme el sombrero cuando pago 60 euros en otros y salgo haciendo la ola (para más señas en Toledo...). En fin, nos lo pasamos bien, pero por ese precio hay muchos sitios más recomendables.