Restaurante en la plaza de Chamberi. Comida tradicional bien elaborada. Tomamos callos, riñones, tartar de ternera, habitas... todo perfecto. El local no es grande, decoración de hace años pero acogedora. Camareros profesionales, aunque el trato bastante frío y el local casi vacío a pesar de ser un viernes. Carta de vinos clásica.
No hay aparcacoches pero hay un parking muy cerca.

Ayer noche, con lluvia me acerqué hasta este ya ilustre lugar. Esparragos de Navarra (espléndidos) y un carpaccio (por fin, alguien que no lo pone en la nevera sino que lo corta antes de servirlo!!! bravo). Acompañado de berros y parmesano en finas lascas y un magnifico aceite fresco hojiblanca. Media botellita de...je, je, Arzuaga crianza 2005. Sin postre. Bien cenado y mejor servido...lo recomiendo altamente