Ignasi y Laia hace más de treinta años decidieron abandonar sus ciudades de origen, Barcelona y Badalona para iniciar su proyecto en este pequeño núcleo de Cantonigrós que pertenece al ayuntamiento de L'Esquirol población a caballo entre las comarcas de Osona y La Garrotxa, un maravilloso enclave en el macizo montañoso del Collsacabra, a pie de la carretera que era el único nexo de comunicación entre las dos comarcas hasta que se construyó el túnel de Barcons.
El restaurante está ubicado en una antigua casona, tiene un pequeño jardín donde en verano se sirven cenas, la amplia sala del mismo dispone de mesas de madera recuperadas de anticuarios y sillas de distintos estilos, alguna pared de piedra original restaurada y otras pintadas en tonos grises, ventanales que dan al jardín, techos con la clásica volta catalana, las mesas bien separadas unas de otras, sin mantel ni camino de mesa, buena cristalería, cubiertos y servilletas de tela.
Ca l'Ignasi es el único restaurante de la comarca integrante del movimiento Slow Food Km 0 y forma parte del grupo Osona Cuina que reúne a los más prestigiosos cocineros de la comarca.
Su oferta consiste en diferentes tipos de menú que deben ser servidos a mesa completa, incluye además uno infantil y la carta, en esta ocasión optamos por esta última.
Para acortar la espera de la llegada de los entrantes, pedimos una ración (100 gramos) de salchichón que cuenta con la distinción de Indicación Geográfica Protegida y es elaborado artesanalmente por la casa Riera Ordeig de Vic, lo acompañamos de un excelente pan de elaboración propia.
De entrada coca de cebolla gratinada con panceta ahumada y queso del pueblo y crujiente de cerdo con mostaza y ensalada de colores, original tratamiento de diversas partes del cerdo, oreja, pie, carne de perol, todo cortado en pequeños trocitos, horneado para que la primera capa quede crujiente y servido emplatado con molde, muy buenos los dos platos, original presentación de los mismos.
Seguimos con dos de los platos que quizás mejor definen la cocina de Ignasi, los guisos hechos con tiempo y sin prisa, pollo ecológico de payés rustido con orellanas y fricandó de ternera con setas, en este caso eran colmenillas, salsa muy gustosa y bien ligada, ración generosa tanto de carne como de setas.
Una botella de agua osmotizada que es servida sin cargo y un cava Morral brut nature reserva acogido a la denominación Clàssic Penedés elaborado en Santa Maria de Vilalba, Abrera a los pies de la montaña de Montserrat, servido a muy buena temperatura. Carta de vinos corta y huyendo de las referencias comerciales.
No tomamos postre, dos buenos cafés acompañados de carquinyolis fueron el remate a esta comida.
Tuvimos ocasión de mantener una agradable conversación con Ignasi, servicio ágil por parte de la simpática camarera.
Sin duda un lugar que no es accesible desde una carretera principal, pero al que vale la pena desplazarse y hacer esta ruta alternativa para disfrutar tanto del verde paisaje como de la comida que aquí se sirve.