Un poco incomunicado de todo, pero ...

... su emplazamiento en general, y su comida, hacen más que recomendable una visita.

Se trata de un edificio de mediados del XVII comienzos del XVIII (existe una piedra del 1725, pero se cree anterior), reconvertido como alojamiento rural (dispone de 2 apartamentos) y restaurante, utilizando la bodega con su espectacular bóveda, de sala principal del mismo.

No dispone de carta de ningún tipo, si deseas algún vino especial, disponde de una exposición de botellas en la antesala, donde también puedes realizar la compra de productos de la zona, el servicio de mesa lo lleva el dueño de la casa, un señor realmente agradable y servicial, que nos hizo pasar un rato realmente agradable, con una charradica junto a la chimenea y mientras nos permitía ver el Pamesa - CAI, en una de las salas secundarias. La ausencia de carta de vinos, no me pareció en absoluto un tema grave, ya que el sitio, la compañía y la comida, realmente acompañaban, con el vino bastante digno servido en porrón, y comprado a granel en una bodega de la zona. Aun así y a pesar de que en mi opinión sea perdonable, no puedo más que puntuar el tema del vino lo más objetivamente posible.

En cuanto a la comida, en los entrantes nos dejamos aconsejar por el dueño, y se baso en una serie de entrantes a base de embutidos varios un tanto atípicos (chorizos de ciervo, jabalí, secallona) y otros más normales, que estaban bastante bien. Patés caseros (3 tipos, dos de ellos relamente buenos, y un tercero más normalito, e incluso de apariencia menos casera), caracoles a la brasa con alioli (riquísimos), ensaladas y pajaritos fritos (cuando dijo que tenía se me abrieron unos ojos como platos) formando un conjunto muy bueno, y ya de segundo cada uno eligió lo que quiso, en su mayoría productos a la brasa, yo me decanté por un Chuletón de unos 700 grs excelente, y que debido a las abundantes raciones de los primeros, el pan a la brasa untado con ajo y su chorradita de aceite, me dejaría casi la mitad.

Total con postres y cafés. 35 € por cabeza. Si paso por la zona, repetiré sin ninguna duda.

  1. #1

    Nacho_G.F.

    Mucha ilusión me hace leer tu comentario, pues no tenía ni idea de que en La Fueva hubiera restaurantes. Al menos no los había en 1977, cuando pasé 15 días en Tierrantona con un grupo muy potente por entonces en Zaragoza que se llamaba "Compañeros Constructores". Hoy se le llamaría ONG, entonces ese nombre no existía. En fin, tu nota me ha removido recuerdos de hace años y me gustaría un montón ir por allí y comer en este restaurante, pues la impresión que transmites es muy buena.

  2. #2

    lair75

    Me alegro mucho. Pues si te animas a ir, de paso puedes alojarte en Ligüerre de Cinca, un pueblo abandonado rehabilitado como hotel (el pueblo entero que es chiquitín, con su iglesia y todo), por unos 90€ tienes una habitación en un marco incomparable. Y con una visita a Aínsa, Graus y un par de sitios cualquiera, te haces una escapadita la mar de apañada.

  3. #3

    Ormaki

    He estado varias veces allí, y he de decir que los caracoles al horno estan deliciosos, asi como sus carnes, lair75 no ha comentado la variedad que tienen, ciervo,javali,emu, avestruz y otro sin fin de animales, que los cria en una especie de zoo que tiene fuera. Yo que soy mas tradicional me tomé un buen entrecot en su punto.

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