Nos dijeron que era el mejor restaurante de Ciudadela. Se trata de una

Nos dijeron que era el mejor restaurante de Ciudadela. Se trata de una mansión del, creo recordar, siglo XVI "restaurada" al estilo menorquín, esto es, con cuatro focos y una mano de pintura. Y esto no lo digo por criticar sino que aplaudo la forma que tienen de conservar tal cual su patrimonio histórico. Desde el camino de entrada, pasando por el parking, hasta terminar en la maravillosa terraza en la que cenamos, es como si te trasladaras en el tiempo a la época colonial.
Servicio muy atento y agradable.
Cuatro comensales. De primero tomamos unas anchoas del cantábrico y jamón ibérico buenos. De segundo un fideuá exquisito y un arroz negro, una paletilla de cordero y un entrecot de buey pasables. Los postres también estaban pasables.
Interesante carta de vinos con referencias menorquinas, aunque nuestros anfitriones no los aconsejaron, así que tomamos un priorato que no recuerdo y un Viñas de Gain. Copas mejorables pero buen servicio y a la temperatura correcta. Para terminarnos el vino nos recomendaron un queso de Córdoba excelente.
50 euros pax. Recomendable para una cena tranquila en la terraza.

Menorca es un paraiso. Si tuviese buena gastronomía sería el Cielo

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