A mí me gustó el Shiraz. Cocina mediterránea más o menos imaginativa, con buena materia prima y un poco en la línea de Martín Berasategui (sin llegar a su brillantez, claro) de cuidar por la saludabilidad y digestividad de sus platos.
Cena para 4 con postres compartidos por 110 € Bebimos un estupendo Guitian Godello que nos costó unos 16 € El vino fue bien servido, aunque las copas apenas merecen el aprobado. La carta de vinos es notable, más por su originalidad que por su variedad. Repetiremos
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