Cuando lo tradicional se hace actual

Este restaurante esta ubicado en una casa muy agradable con jardín a su alrededor.
Una cocina tradicional con productos cuidados de temporada, personalmente lo que mas nos llamo la atención fueron unos exquisitos sesos rebozados y unas sartenes de gachas, pero la que mas nos llamo la atención y mas nos gusto fueron las gachas de marisco, como un plato tan tradicional se convierte en un plato de vanguardia exquisita, que suerte el encontrarnos aun con sitios y platos que pueden sorprenderte, bien tratadas las carnes y la caza (en esta ocasión no la tomamos).
El servicio bien, tal vez se le pediría un punto más de cercanía.
El vino con una carta donde predominan los vinos castellano manchegos, bien servido con copas adecuadas, Blanco Finca los Nevados Viognier, 2007 Ferm. Barrica y tinto Pinuaga 2004.
La relación calidad precio muy bien.