He vuelto a cenar en este restaurante y me sigue sorprendiendo la calidad de su oferta a unos precios tan ajustados. El solomillo es de los mejores que he probado y los postres están todos buenísimos. Imprescindible el cremoso de chocolate. En resumen, una opción muy recomendable para cenar bien sin gastar mucho.

Fuimos, por recomendación, a El Salero anoche.
Muy decepcionante. Lentisimos y bastante mediocre todo.
Tomamos la ensalada de langostinos y zamburiñas de entrante.
Los langostinos estaban muy pasados para mi gusto.
Luego pedimos bacalao gratinado que tenía el tamaño más bien de un pincho,
no de un plato principal. Encima, estaba saladisimo, aceitoso y tanto la base de espinacas como el gratinado estaban quemados.
El otro plato era croca con salsa de champiñones silvestres,
que no tenían mucho de silvestres. Los postres muy, muy normalitos. No volvería.

Platos elaborados y muy ricos a un precio correcto. Un sitio que me gusta volver. Tienen una carta de vinos escueta, pero correcta. Entrantes como risoto, revuelto de setas, ensalada de marisco y de segundos pato a la naranja, entrecot, pescado más postre hojaldre de manzana y hacienda monasterio crianza sobre unos 30 euros.