Gran decepción.

Animado por la buenísima valoración que tenía en Verema, me decidí ir a comer. Está situado en pleno centro de Pobra do Camariñal, frente a los jardines y paseo marítimo. De entrado indicamos que queremos comer y nos indican que comamos en una mesa con taburetes que estaba frente a la barra. Les indicamos que vamos a comer de carta. Nos responden que allí mismo. Y les volvimos a insistir que queríamos comer a la carta, ¿Qué donde estaba el comedor?, y nos responden que el comer está cerrado. Nos quedamos sorprendidos y al ver la cara que poníamos, nos indican una mesa cercana a la barra.
Como era tarde y no teníamos ganas de estar buscando un nuevo rte. decidimos quedarnos.
Mesa vestida con manteles de papel individuales y servilletas de idem. Vajilla y cristalería mejorables.
El servicio, una señora o señorita se desvía por atender ella sola el comedor (?), una compañera en mitad del servicio abandonó, con gran sorpresa nuestra, el rte . y se marchó, dejándola sola.
Presentándonos la carta, que era la misma del comedor que tenían cerrado y no por ello rebajaban los precios.
Decidimos comer y compartir entre dos personas:
- Langostinos en tempura de pistacho (15,50), el plato prometía, eran abundantes, pero nos decepcionó. Tales langostinos en mi opinión eran gambones recubiertos de trozos de pistacho triturados y fritos.
- Ensalada de ventresca (7,00), abundante ración, pero no tenía ninguna gracia, lechuga, maiz, etc. solo se podía comer aquella discreta ventresca.
- Merluza (12,00), otra ración abundante, era fresca, pero el trato en la cocina fué un desastre. Muy hecha y seca. Prácticamente quedó entera.
Cabreados por la comida, no decidimos tomar postre, pues nos esperábamos algo parecido a lo que nos habían sacado a la mesa anteriormemte.
Acompañamos este desastre de comida con un vino de Ribera Sacra Casa Moreiras Blanco(12,00), fué lo mejor. Varios: pan y 2 cervesa (3,60). Agua de 1 L.(2,50) y de 0,330 (1,00).
La carta de vinos es corta, pero se nota en ella que al dueño, que no apareció por alli, pues tiene otros negocios, le gustan los vinos. Había cosas originales.
Desde luego no entiendo como se puede dar una puntuación tan elevada a un establecimiento hostelero de esta categoría en la cocina.
No volveré nunca más.