Mantienen la esencia los hijos

Lo curioso es que es un sitio que ya descubrí cuando estaban en la calle Manuela Malasaña hará diez o doce años.Luego se cambiaron a su ubicación actual en el que habré estado seis u ocho veces.Hacía cosa de año y medio que no había vuelto y esta misma mañana decidí llamar para reservar mesa.

En cuanto he aparecido, David me ha saludado de una manera familiar aunque no de compadreo.Con un trato cercano pero en su justa medida.Este detalle te hace ver que estamos ante un profesional de enorme talla.Después de comprobar que habían remodelado tanto la sala como la barra "modernizando" un poco la decoración,dejando una imagen más blanca, con mayor luz con una sensación más acogedora y funcional de la que había.

Mesa para dos personas:

Nada más empezar nos ha traido un plato con unas rodajas de chorizo con unos picos.Excusa perfecta para bebernos una cerveza fresca mientras decidíamos en que nos centrábamos.Al final nos hemos decidido por el menú degustación consistente en cuatro entrantes a compartir y un plato principal de entre la oferta que disponen a un precio de 37.5€ iva incluido(Algo que debería ser normal se convierte en un hecho diferencial positivo).Los platos han sido los siguientes:

-Tomate natural de su huerto,pelado y aliñado con aceite y sal maldon.
Exquisitos,jugosos, carnosos,con sabor a los de antaño.

-Anchoas a la bilbaína.
Bien de punto con ajo y guindilla.Muy ricas.

-Huevos del Padre
Pues eso,huevos con un gran sabor, rotos sobre patatas fritas de las de verdad con cierto toque a ajo

-Croquetas
Dos croquetas para cada uno con una particularidad:¡Eran diferentes y sabían diferentes!En este caso eran de pollo y de rabo de toro.Muy bien ejecutadas sin un ápice de grasa.Muy buenas.

Como plato principal hemos tomado unos "cachetes de rape rebozado" en el que tanto el pescado restallaba frescura como el rebozado tenía el papel de actor secundario(como debe de ser)pero con una magistral finura.

Para beber le he preguntado a David si tenía Ultreia Saint Jacques(hoy estaba de antojo) y aquí sale otro destello de buen hacer:"No lo tengo pero dentro de ese segmento tengo un Castro Ventosa,también de Raúl Pérez" aunque es un poco más recio o menos tamizado,es de características un tanto parecidas.A sabiendas de que iba con una persona por motivos profesionales otros muchos me hubieran intentado "colocar" el Ultreia Valtuille que si que tienen aunque a un precio notablemente mayor(como corresponde al precio de compra de ese vino).Como el menú tiene un vino fijo, el cambio nos ha salido por 7€, con lo que hemos terminado con dos cafés y dos chupitos de orujo blanco en unos vasos que no hay que decir que no tienen parangón en otro sitio de Madrid.

Me abstendré de comentar,puesto que hay otros comentarios precedentes donde se explican con todo lujo de detalles el nível que muestra el trato a los vinos en general(por número de referencias,conocimientos,carta, copas,y precios) de cócteles y destilados.Nos encontramos en uno de los tres mejores en todo Madrid.

Precio total de todo esto 86€.

Lleno a rebosar,con una gran cantidad de camareros.Si bien formalmente empieza a perder ese punto de "casa de comidas familiar" dicho con todo el cariño del mundo,con el que le conocimos hace años, nos encontramos ante un establecimiento más de corte contemporáneo que dará que hablar.Eso si; con el mismo espíritu de la familia de siempre.

Un fijo.

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