Excitados por los comentarios aquí vertidos, especialmente de Eugenio, nos decidimos a probar "El Padre".
El local tiene mesas a la izquierda y derecha de la entrada, y luego un comedor a la izquierda de la impresionante barra. Es 'pa verla', la cantidad de cositas que tiene la susodicha barra. Realmente el local no hace justicia a la comida-bebida-servicio, no está bien insonorizado y, de momento, la decoración me restula un pelín 'sosa'. Hasta aquí lo malo, que francamente se olvida rápido.
La comida: sincera, sin artificios, buena materia prima. Estupendo. Íbamos aconsejados sobre que pedir, y no nos desviamos de las recomendaciones: una ración de tomate estupenda, bien aliñada, dos croquetitas de rabo de toro deliciosas, y unos bueno huevos del padre, con perdón. De segundos un buen solomillo de ternera y unas buenísimas carrilleras recomendación de fuera de la carta. Acompañan con unas patatas en bolitas, con pimientos. De postre un rico helado de dulce de leche para compartir. Lo dicho, comida casera muy buena y con un precio muy ajustado.
El Vino: sorprendente carta: no se cuantos champagnes había, 70? Impresionante, verdaeramente un espacio dedicado a los amantes de los espumosos. No menos interesante la selección de caldos del sur, jerez, amontillado, oloroso, palo cortado, px... Por copas o botellas. Probé una copa de fino Antique, impresionante, no había yo probado un fino así. Con la comida le pregunté a David por los vinos de Toro, le comenté que me gustaba San Román, y me recomendó otro, que le quedaba de la añada 2005: sinceramente no me acuerdo de que vino era, pero estaba estupendo, nos gustó bastante. Con el postre nos tomamos dos vinos dulces, un PX Noé, glorioso, y un Málaga que nos recomendó David, muy bueno también. La verdad es que es un sitio para juntar a varios que disfruten del fino, coger la carta y empezar a abrir botellas y disfrutar. Muy bien. Precio de los vinos muy interesante.
Las copas: le dijimos a Mario que nos apetecía tomar una copa, y él nos contestó que a él le apetecía prepararla... Un Gin Tonic preparado profesionalmente, delicioso: enfriado de la copa, servicio de la ginebra, el condimento, el hielo, la tónica. Te lo preparan en un carrito delante de ti. 11 euros la copa si, pero muy buena.
El Servicio: nos atendieron muy bien toda la cena. La pasión de David por el tema del vino se nota desde el principio. "Difícil elegir ahora para mantener la emoción del principio"... comentaba después de terminar el Antique. Destila conocimiento del tema por los cuatro costados. Mario con el tema de los cocktails sigue el mismo camino: si quieres una buena copa después de cenar, este es el sitio.
La verdad es que nos fuimos encantados, con ganas de volver a probar más cositas. Será pronto, puede incluso que muy pronto, porque El Padre tiene una RCP que en Madrid es francamente difícil de superar. Muy recomendable.
El precio por persona incluye todo lo aquí contado.