Local sencillo, pequeño y quizá demasiado austero, aunque resulta cálido y
Local sencillo, pequeño y quizá demasiado austero, aunque resulta cálido y acogedor.
La cocina -yo fui por la noche-, resulta interesante con una serie de tostas, canapés y raciones sabrosas combinando ingredientes sencillos. Me gustaron las tostas de foie fresco, los huevos estrellados, la berenjena rellena y los pimientos rellenos de morcilla. Quizá abusan demasiado de los quesos fuertes, algo que no acabo de llevar bien. Postres sabrosos.
La selección de vinos resulta interesante con buenos tintos nacionales, algunos de gran prestigio mas algún cava y blancos gallegos, catalanes y de Rueda. Precios bastante correctos y copas adecuadas. Los vinos más prestigiosos se conservan en cava climatizada. Hay incluso alguna referencia extranjera. Servicio atento y amable.
Esta zona residencial de Madrid andaba falta de buenas tabernas vinícolas y aquí tenemos una bastante satisfactoria. Habría que mejorar el entorno, demasiado austero, pero por el resto me parece un local a descubrir. Un buen inicio.