Restaurante que lleva poco tiempo abierto y que basa su oferta como su propio nombre indica, en la carne.
El local es tan moderno como poco práctico e incomodo. La reserva era para 12 personas y nos sentarón en una mesa pegada a la pared y en la que los que tuvieron la desgracia de ponerse en la parte de la pared, se las vieron y desearon para poder salir, porque la única manera de hacerlo era por debajo de la mesa, ya que era imposible ponerse de pie y menos apartarse, para dejar salir (dejen volar su imaginación).
Respecto a la comida. La carta se compone de 4 platos con sus respectivos acompañamientos: jamon, quesos, foie y carne, además de algunos postres. Pedimos un poco de todo. El jamón y la selección de foie, bien y los quesos no estaban mal. Después nos sirvieron una ensalada que se componía de, atención: lechuga, nueces y aceite, y que estaba intragable y que se la comió el que pudo (yo me la deje entera) y que se suponía que acompañaba a la carne (¿por qué no lo trajeron todo junto, entonces?). Luego llegarón los entrecotes (de buena calidad), acompañados de patatas paja, en 6 platos para compartir y con una separación de tiempo entre el primero y el cuarto plato de más de tres cuartos de hora.
Los postres mediocres y que llegaron increiblemente, después de los cafés y cuando aun había algún plato de carne pululando por la mesa, además de infinidad de botellas y platos vacios.
Por cierto, nosotros trabajamos casi más que los camareros. Las mesas eran tan estrechas, que nos pasamos toda la noche haciendo huecos para que éstos pudieran colocar los platos adecuadamente, además de cogerlos para que los retiraran. Solo hubiera faltado llevarlos a la cocina y fregarlos.
Respecto al vino. Carta con alguna referencia interesante. Pedimos Pago de los Balagueses durante toda la cena. La camarera no pudo abrir ninuna botella, por lo que se tuvo que ir a que se la abriese alguien. Luego dejó la botella en la mesa y se largó. El vino estaba demasiado frío y lo servimos en unas copas pesimisimas (no se si este adjetivo existe).
No puedo hablar del precio porque fui invitado (menos mal), pero por lo que ví en la carta de fuera, barato no es
Lo más increible es que el local estaba lleno y que suele estar bastane concurrido, ya que suelo pasar por delante de él bastane a menudo. El motivo podría ser que funciona también como lugar de copas.
No puedo hablar del precio porque fui invitado (menos mal), pero por lo que ví en la carta de fuera, barato no es.