Después de 5 años desde mi primera (y única) visita, las sensaciones se repiten: El grupo LA MAQUINA se caracteriza por su buen género y producto, y por supuesto, PUERTA 57 no es una excepción.

La sala principal con vistas al terreno de juego del Estadio Santiago Bernabéu, una felicidad para los madridistas (lo soy, de ahí la nota), pero la “real” magia de este restaurante es la apuesta por la calidad de marisco y pescado. La decoración excesivamente clásica tirando a caduca ensombrece el detalle de las vistas. Para mi sorpresa, mas mesas ocupadas en los accesos del Estadio que en la climatizada sala principal (smoking).

Extraordinarias las “coquinas a la plancha con oliva virgen extra” (1/2 ración) el punto del aceite mejora notablemente el muy buen producto, igual de buenas o mas “los berberechos gordos de las Rías al vapor” (producto, producto y producto).

Seguimos con los “medallones de bonito a la donostierra”, muy bien marcados, acompañados por tiras de pimiento rojo. Buenos.

Como plato principal, en vez de recurrir al pescado, nos decantamos por una potente “fideuá del senyoret” con fideo fino, gambas, cigalitas, pescado de roca y calamar (todo pelado). Muy buena.

De la carta de vinos, un magnifico SAN VICENTE 2009 (100% tempranillo peludo), de Señorio de San Vicente (Sierra Cantabria). Vino de calidad.

PUERTA 57 no engaña, ni en el precio, fui invitado, pero de 60 euros no bajaba.

Mucho tiempo sin poder salir, pero llego la hora puerta 57, las vistas impresionantes, una barra llena de genero pero que genero, calidad y mas calidad el pescado y el marisco llamaba la atencion. El servicio de lo mejor muy atento. Jamon muy bueno, unos coquinas un poco pequeñas para lo que me gusta a mi pero muy sabrosas, los platos sencillos pero resalto de buena calidad. chuelitas de cordero y chuleton de ternera. postres clasicos pero muy ricos tambien..
Precio medio 50 €. sin vino..

Cinco personas a cenar, mesa redonda muy cómoda, camareros muy atentos, entrantes; Jamón, Frituras y Boquerones (Estos últimos especialmente buenos). Platos principales; Entrecot (Un aspecto buenísimo servido con pimientos de padrón y patatas), Solomillo al Roquefort (Muy bueno), Lenguado (Al parecer estaba bastante bueno). El vino de la casa un reserva de 2005 (Contino) con una acidez muy bien nivelada, redondo y un paso muy suave. En cuanto a postres, el sorbete de mora que es lo que probamos estaba bien.
Bueno, repetiría la experiencia, la verdad es que en todo momento el restaurante estuvo a la altura, por cierto, las vistas son muy llamativas, recomiendo reservar en "No fumadores y cerca de la ventana que da al campo.
Un saludo.

Algo recargadete para mis gustos un extraño Art Noveau (creo que se escribe así), la comida me encantó, pensaba yo que eso de las coquinas de Isla Cristina no iba a triunfar, y sorpresa, de las mejores que he probado, igual me ocurrión con el Tarantelo de atún, que después de probar en Zahara de los Atunes las delicatesens que hacen con este pececito no pensaba que iba a poder ser igualado y señores, otras sorpresa, de lo mejor que he probado, y eso que ya va entrando poco o ningún atún al mediterráneo. El vino, servicio adecuado aunque sigo diciendo que me gusta que me pregunten si oxigenarlo o no, aquí directamente plantaron la botella (previa prueba) y zas a la mesa en su botella, lo mejor de todo el precio de éste (..y eso que estamos en la "capi").

Estuvimos en el salon blanco que es una especie de reservado. el servicio es bueno aunque el camarero era como un colega hablando con otro copas normal buena cuberteria y vallija sencilla. Lo mejor es la clidad de la materia tomamos unas gambas blancas de huelva excelentes y jamon joselito igual de excelente de segundo tomamos chuletitas y entrecot de añojo bien cocinados ambos sin alardes pero cuando la carne es buena lo demas sobra.tomamos un pago de carraovejas 2005 perfecto en temperatura y en servicio.el decorado delrestaurante es burgues pero si te gusta ese estilo es recomendable las alfombras de la real casa de tapices dan pena pisarlas los baños bonitos...en general me gusto bastante y como anecdota se queda lo de las vistas al bernabeu yo cenando no mire ni una vez lo mejor esta dentro.el precio fue 153 euros con cafes y copa y sorbete.no estaba nada sobrecargado y muy espacioso sobre todo la mesa

No esta mal, pero los platos son bastante tradicionales, la carta de vinos algo corta y el restaurante un poco sobrecargado, el servicio un poco por debajo del precio.
el jamón es regular.
en cuanto a ver el campo, es curioso e interesante aunque no seas madridista, pero solo la primera vez

Restaurante ubicado en el Estadio Santiago Bernabéu y cuyo encanto especial es que estas cenando viendo el césped y el interior del propio campo. Seas o no aficionado al fútbol o te guste o no el Real Madrid, tiene un encanto especial. En cuanto al local, es acogedor, las mesas espaciosas y un montaje excelente. La carta es corta pero correcta, con excelente materia prima (buen jamón y queso de primero). La carne era de calidad y los precios de los vinos correctísimos. Contino Reserva del 2002 como vino de la casa a 22eur. 75eur. p/p. José Laza el sumiller del restaurante estuvo a gran nivel y conversamos un buen rato con él. Repetiré.

Segunda visita,la primera perfecta puede ser por la compañia o la novedad,estar en un restaurante viendo el campo del real madrid es un lujo amen de que el sitio es elgante y profesional,la comida unos primeros a base de marisco y posterior arroz caldoso con bogavante,postres buenos,vino fillaboa,servicio regulin