Ciertamente un buen chiringuito para comer un buen pescado, sin adornos. Eso es lo que buscábamos y así fue. Unas gambas exquisitas, y todo lo demás junto al mar, no podíamos pedir más. Muy buen chiringuito.

Chiringuito de playa que no admite reservas y tiene un menú muy limitado: exclusivamente pescado a la plancha, ensalada de tomates aliñados y montaditos de lomo. No se prepara nada más. El menú varía según el día, una pizarra muestra los pescados del día y los precios de mayor a menor (gambas de Vera 40 euros x 300 gramos, sardinas 8 euros), y entremedias atún, lubina, calamar, caballa, jureles, bacaladillas, dorada...
El pescado fresquísimo, exquisito, servicio rapidísimo. Es aconsejable pedir que no le echen salsa verde al pescado por encima, sino que la traigan aparte para dosificarla uno a su gusto (o no echar nada directamente).
Mesas de plástico bastante juntas, camareros en pantalón corto y el mar acariciándote las plantas de los pies separado por una cristalera. Vinos: 6 vinos distintos, todos a 12 euros (Ramón Bilbao, Gran Feudo Rosado y 4 blancos)
En definitiva, un sitio para comer MUY BUEN pescado sin adornos.