El Royal de Alcorisa.

Pues… porque nos lo habían aconsejado, pero desde luego nada invita a entrar en este restaurante. A las afueras del pueblo camino de Calanda, en un polígono, pegado a una gasolinera, a pie de carretera, construcción exterior poco atractiva… Lo tenía todo para pasar de largo.

Pero seguimos el consejo y entramos. Queríamos comer en Alcorisa, en ningún otro lugar. En Alcorisa.

Dentro la cosa cambia. Tras pasar una amplia barra, te adentras en una espaciosa sala, con muy decente equipación. Las mesas son grandes con buena separación entre ellas y entre comensales.

Vimos otros espacios que parecían destinados a BBCs.

Era sábado y había un menú fin de semana (15€) que es el que tomamos, en el que ofrecían cuatro opciones de primero, otras cuatro de segundo, y otras tantas de postre.

Yo pedí:

• Vichissoyse de calabacín con tostones y virutas de jamón.
• Codillos en salsa de champiñones.
• Semifrío de queso con mermelada de frutos del bosque.

Una cocina muy correcta en general: la vichissoyse ligera y sabrosa; el codillo generoso de cantidad, sápido aunque pelín seco; y el semifrío muy agradable.

En el vino nos saltamos el menú y, tras tomar un Viñas del Vero Chardonnay 2012, nos bebimos una botella de un vino de ahí mismo, de Alcorisa, de esa gran bodega llamada Dominio de Maestrazgo, que por cierto acaba de inaugurar unas magníficas instalaciones a pocos metros del restaurante. No nos atrevimos con el top de la bodega, el Rex Deus, ni nos conformamos con el low, el Santolea, así que optamos por el medio (”in medio, virtus”), el Dominio Maestrazgo, añada 2010, con la madera escondida pese a esos 12 meses de crianza y con la fruta presente, viva, concentrada. Un buen vino, que acompañó perfectamente la comida, en especial el codillo.

Servicio atento, servicial y simpático.