Excelente restaurante, colmó mis espectativas. Pedí cocido madrileño a pesar de las altas temperaturas del verano.No me lo pude acabar, a pesar de mi saque. Excelente la col, los garbanzos, el caldo que te sirven al princio.... todo exquisito. De postre me trajeron un suflé, que es de lo mejor que he probado en mi vida. Cuando vayáis, de postre pedid el suflé; os hará la boca agua. El servicio, atento y correcto.

MEMORABLE!
Hacia muchísimos años que no visitaba el Lhardy y prácticamente había quedado como un recuerdo entre nebulosas de infancia de mi paso por Madrid, eso si, un gran recuerdo! Así que, tenia ganas de repetir y lo hice!
FANTÁSTICO! A pesas de la elevadísima temperatura que había en el exterior, nos “Hincamos” unos Callos y un Cocido Madrileño de los que hacen afición!
Sudando como un caballo de carreras, disfrutamos de tan Excelso local y de tan típicos manjares y es que desde 1839 son legiones los que veneran este Castizo TEMPLO Madrileño a los que sin duda, me rindo y me sumo!
Siempre dentro de su estilo, Perfecto en todo y por lo tanto: Olé y Chapeau! Al Lhardy mal que les pese a muchos, que los hay, pero que sinceramente imagino que será por envidia!

Intachable servicio y esmerada cocina en un ambiente que invita a enamorarse. Felicidades!

Restaurante "de toda la vida " de Madrid para turistas que desean probar su afamadísimo cocido madrileño. Decoración un poco caduca y agobiante.
La comida correcta.
El servicio del vino fue bueno, lástima de copas y de que se hicieran los "remolones" a la hora de enseñarnos la carta buscando vender el vino de la casa.
Caro : 65 euros de media.