Regular en general aunque reconozco que mi opinión no es objetiva. Me explico, en el primero de los aperitivos se les coló un vidrio en una especie de crema de gazpacho. La verdad es que nos quedamos entre sorprendidos y asustados. Primero pensé que se trataba de alguna ingeniosa creación en plan caramelo pero al no tenerla en su plato mi compañero, la retiré de la boca y empezamos a sospechar. Entendemos que pueda ocurrir pero quizás no en este tipo de establecimientos. Se lo comentamos al jefe de sala que no daba crédito a lo ocurrido. A partir de aquí una serie de despropósitos. Casi en cada plato nos pedían disculpas. (cabe decir que para más inri fui embarazada de 7 meses) Eso sí nos sorprendió que no saliera nadie de cocina ni que tampoco se reflejara en la cuenta a modo de detalle. Únicamente regalaron los cafés...en fin, en cuanto a lo que es comida en sí, pues nos pareció buena, bastante buena pero tampoco hubo genialidad en los platos. Estuvo un poco por debajo de lo que nos esperábamos pero claro, reitero que en estas circunstáncias no pudimos disfrutar de la comida. Balance final:no volveremos.

Excelente, esta mujer siempre te sorprende. Soy partidaria de escoger de la carta n o hacer menús degustación, pero estaba delicioso. Volveré más veces.

La genialidad de Montse y un servicio impecable, amable y con extensos conocimientos, todo con vistas a Montserrat. Menu degustación bien equilibrado carta de vinos extensa y bien recomendada.
3 personas unos 350 euros...

Degustación miércoles al mediodía (estamos de vacaciones). Local amplio, cálido y agradable. 1/3 del aforo. Varios menús a escoger, de 23€ a 65€. Elegimos el caro. 3 aperitivos flojos, 4 entrantes regulares (arroz caldoso no me parece adecuado para degustación), pero dí nos gustó el carpaccio de ceps con "espardenyes" (tal vez el plato más atrevido)... 1 pescado (papillote de Sanpedro pasado de cocción) y 1 carne: filete de ternera "Q" con melocotón y salsa de miel y anís (correcto, sim más). Selección de quesos (bien) y postres que "necesitan mejorar" (el pastel caliente de chocolate y maracuyá era una especie de coulant convertido en magdalena con helado de fruta de la pasión). Petit fours justitas. Aunque esperábamos más, la R.C.P. no es del todo mala: 85€/persona, aunque por ese por ese precio prefiero Manairó, Alkimia, Shyra, Möo...

Nueva visita a este (para mi mujer y para mi) magnífico restaurante. Repito las apreciaciones en cuanto a decoración, servicio, trato, detalles, servicio de vino y comida. Para nosotros, todo más que correcto, muy agradable, muy bueno. Platos muy acertados, con buena materia prima, bien combinaods, muy bien presentados, algunos sorprendentes combinando carnes, bogavante, quesos, panceta... una delicia. Todo maridó estupendamente con un "Mas Vilella" de 2001. Han corregido las deficiencias que aprecié en nuestra anterior visita y las cartas son muy adecuadas y las cucharillas ya no son de "propaganda". Un sólo "pero": segundos platos a unos 30 euros. No digo que no lo valgan, pero el precio por persona se dispara a más de 75 euros, aparte el vino.

Flojito, flojito. La comida es buena (faltaria menos por este precio) pero se espera más de un local de este tipo. Hicimos el menú Moët floral, que maridaba varios platos con una botella de Moët Rosé. Los aperitivos fueron insulsos, prácticamente insaboros. Un entrante también muy flojo (una especie de sopa de guisantes). El plato de pescado y el de foie fueron mejores, de correcta elaboración y presentación. Cantidades más que justitas. Prepostre sin ninguna sorpresa y postre con una bola de chocolate que no se acaba nunca. En un local de esta categoria no puede ser que:
- Tengas que hechar mano del pan para no irte con hambre
- Tengas que estar pidiendo otro pedacito más de pan cuando se te termina
- Te tomes los cafés con una mesa llena de migas y luego te soplen más de 8 euros de servicio de mesa
Al final 180 euros (2pax) que no se merecían ni de casualidad. RCP fatal.
En definitiva: hay mucho mejores opciones "1 estrella" en Catalunya

Restaurante de calidad, con una decoración elegante y acogedora; un salón magnífico para mi gusto. Variedad de panecillos, copas Riedel para una interesante carta de vinos, mucha corrección y amabilidad no distante en el trato, 2 aperitivos simpáticos, una comida bien elaborada pero sin exceso de sofisticación, buena materia prima, postres excelentes y buen café (aunque allí se produce un fallo, para mi, evidente: las cucharillas son de propaganda de una marca de café y son poco adecuadas). Otro aspecto a mejorar es el tipo de carta actual: su aspecto no se corresponde con la categoría del local, ni con la calidad de su contenido. Creo que van a cambiarlas. Precio: unos 60 Euros, más el vino. Razonable, comparado con otros restaurantes de menos categoría y contenido. Montse Estruch y su equipo merecen una felicitación.

Cocina muy correcta y elaborada, un lugar para disfrutar de la comida, aunque el precio es algo elevado la comida lo vale, es de esos lugares que si te gusta probar cosas nuevas te van a sorprender, ademas se puede terminar con unos postres de vicio. Carta de vinos correcta sin excesivos alardes, lo mejor en mi opinión el trato de tu a tu nada recargado