Hará no más de dos meses, con motivo de asistir de las jornadas de Vegetalissimo en el restaurante el Jardín en esta localidad de Puente Viesgo, paramos en este local a tomar unos vinos antes de comer y nos sorprendió gratamente, el servicio, sus instalaciones y las tapas que nos ofrecieron con la consumición.
Por tanto, teníamos pendiente una visita a este local y en el día de hoy, la hemos rendido.
Tras unos vinos en la zona exterior con una tapas gentileza de la casa, que consistían en aceitunas aliñadas y longaniza con unos colines de pan.
Cuatro comensales hemos comido en el comedor superior, junto a la cristalera, con muy buenas vistas al río Pas, que es vecino inmediato, en una mesa de adecuadas dimensiones con una buena mantelería y cristalería.
Para compartir hemos solicitado:
- Rabas de calamar fresco.
- Salpican de marisco.
- Y dos saquitos rellenos de queso, con marisco y espinacas.
Las rabas, de los mejores que se pueden comer en nuestra región, y todo esto se puede afirmar tras considerar que con este plato, ante tanta competencia y tan buena materia prima, solemos ser bastante exigentes los lugareños.
El salpicón de marisco, con ración generosa, buena materia prima (sin sucedáneos) gustó a todos los comensales, pero en mi criterio le faltaba una pequeña chispa en el aliño, sin poder definir que le hubiese añadido yo personalmente.
Los saquitos rellenos no gustaron, me recordó a aquellos tiempos en los que se puso de moda la llamada “cocina francesa” con sus salsas de nata.
De platos:
Dos comensales optaron por merluza rellena de marisco una salsa de erizos, plato que elogiaron.
Cocochas de bacalao al pil pil: de nivel notable, sin poder pasar más allá.
Pez San Martín al horno con patata panadera: ración generosa, acompañada de gamba langostino. Las patatas por encima del nivel del pescado y éste pasado en su punto de hechura.
No llegamos a los postres.
Cambio adecuado tanto de platos como de cubiertos.
En cuanto los vinos, carta a conciertos detalles interesantes y poco habituales para restaurante de este tipo en nuestra región, habiendo tomado Gargallo godello 2011 a 17 € más IVA y Tomás Postigo tinto 2010 crianza a 23 € más IVA. Buena temperatura del servicio, buenas copas como he comentado en un principio, cambio de las mismas entre blanco y tinto.
El responsable del local, pendiente en todo momento del buen resultado de la comida, y como no podía ser menos, adecuado tanto recibimiento como despedida.
Lo comentado (sin lo tomado en el exterior) más agua y cuatro cafés, ascendió a un total de 182 € por tanto corresponde un precio de 45.5 euros por comensal.
Notable resulta éste restaurante ubicado en la misma calle y justo en la esquina antes de cruzar el rio llegando al Balneario de Puente Viesgo.
El local resulta amplio y está dividido en dos alturas con una decoración de diversos colores, en combinación con paredes de piedra y distancia entre mesas adecuada. Dispone de amplios ventanales con buenas vistas
Ofrece una amplia y selecta carta de pescados y mariscos frescos del Cantábrico, y una variada selección de carnes, con platos bien elaborados y una presentación más que correcta.
Las raciones excesivamente cumplidas tal y como corresponden a la zona.
Tuvimos la ocasión de degustar las rabas de calamar y las alcachofas con jamón como entrantes para seguir con unas cocochas al pil-pil en salsa verde que resultaron deliciosas, y chuletón de ternera realmente muy tierno y sabroso.
Por desgracia no pudimos probar por falta de tiempo alguno de los guisos caseros que ofrecen en la carta.
La reposteria mayoritariamente de elaboración casera.
La carta de vinos bastante tradicional con predominio de Riojas y Ribera del Duero, aunque tambien disponen de vinos con otras denominaciones de origen. Copas adecuadas para el vino.
El personal profesional y de trato muy amable.
Muy buena relación calidad precio.