Fue nuestra primera comida en Bolonia. Aparecía en la pequeña guía (la única) que encontré sobre esta ciudad. Normalmente me apoyo en las críticas de Verema pero en este caso eran de hace bastantes años, así que tuve que improvisar.

El local está muy bien descrito en el anterior comentario así que no me prodigaré en este sentido. Como bien dice está ubicado en "Il Quadrilatero" una serie de calles donde estaba el mercado antiguo: Siguen habiendo pescaderías, fruterías, tiendas delicatessen. Curioso e imprescindible visitarlas.

Encontramos mesa por casualidad y bien cierto es que estaba lleno de boloñeses, pocos turistas. Lo que suele ser buena señal. Esto fue lo que pedimos:

Tagliatelle al Ragú (12e)

Prosciuto al horno con patatas y verduras (13e)

Brócoli al vapor (5e)

Crema de Mascarpone (6e)

Dos copas de vino blanco (3e)

Todo muy normal. Demasiado diría yo como para aparecer en una guía.
Servicio rápido y amable. Aquí nos cobraron el "coperto": 3e cada uno.
En general decepción. Existen otras alternativas en esta ciudad donde comer mucho mejor.

Esta familiar trattoria se encuentra en la inmediaciones de la Piazza Maggiore, en unas estrechas calles frecuentadas por los boloñeses donde se encuentran tiendas de alimentación y verduras perfectamente arregladas, dignas de visitar. La decoración de este restaurante no le hace ningún favor, ya que se ve algo antigua, con las mesas algo juntas que hace que sea algo ruidoso. Es recomendable reservar ya que es muy frecuentado por boloñeses. La comida es típica de este tipo de restaurantes. Nosotros tomamos los tortellinis (pasat típica de Bolonia) servidos con un caldo de cocido, escalopines con boletus, gnoquis. Cocina tradicional boloñesa, todo exquisito con buenas raciones. Hay que dejar algún hueco para los postres, tomamos un crema de mascarpone, finísimo. (Ver foto). Para acompañar los postres no sacaron una grappa tinta de vino de Creta muy original. En cuanto a los vinos tiene una extensa carta centrada principalmente en vinos italianos con alguna incursión en espumosos franceses. Buena selección también de vinos de postres. La cristalería es de Spigelau. Un restaurante muy recomendable para quien quiera conocer la cocina boloñesa.