Está situado delante del mítico Bingo Billares de la ciudad condal y es una restaurante chino sin pretensiones (como la mayoría). Se trata de un local con pinta de recién abierto que ofrecen cocina china sin más. Eramos 3 personas y pedimos unas empanadillas a la plancha, panecillos rellenos, pizza china, tallarines con carne de ternera y tofu con verduras; como la oferta de vinos era Maqués de Cáceres y Faustino VII pedimos cerveza. La relación calidad-precio es excelente: comida barata y muy sabrosa y buena.

A destacar los tallarines con carne de ternera. Se trata de un bol de dimensiones muy grandes con caldo de carne y tallarines hechos a mano que tienen un grosor de medio dedo y que por si solo ya llena. Un plato excelente. Lástima de no haberle hecho una foto. El precio: 4 €, algo inaudito hoy día.

Las empanadillas de carne fueron excelentes y llevan una verdura oriental cuyo nombre desconozco con un sabor fuerte que combina de maravilla con el relleno. Al morder la empanadilla estallaba el jugo del relleno en la boca. Excelentes y la ración solo costaba 3,50 €!

No cierran nunca y tienen horarios amplios, lo que lo hace ideal para una noche de teatro o concierto puesto que el TNC o el Auditori no están lejos y ya sabemos que a la salida de estos sitios lo difícil que es encontrar algo para comer. El total salío a unos 12 € por persona, lo dicho: inaudito.