Vietnamita "auténtico".

No he estado en Vietnam pero da la sensación de que podría ser cualquier restaurante de allá.

Modesto local, con decoración a base de materiales y adornos de ínfima calidad, pero al final resulta acogedor y entrañable, aunque no destaque por su limpieza. Esto es lo que es, exactamente lo que me habían dicho: un lugar sin más pretensiones, un restaurante vietnamita de un vietnamita.

Dispone de una carta de comida china y de otra vietnamita. Nos decidimos por la segunda, que es a lo que veníamos. El dueño al vernos un poco perdidos, nos dijo que no nos preocupáramos que él nos iría sacando platos. Así pues, lo dejamos en sus manos. Y nos sacó:

Pan de gambas de la casa. Etéreo y crujientito.
Tam Giac: unas exquisitas empanadillas triangulares rellenas de carne y verduras que se mojaban en una salsa agridulce picante.
Bun: rollito frito, de carne, como rebozado a modo de croqueta, muy rico.
Banh Cuan: rollito hervido, de verduras, cuyo soporte era una especie de pasta húmeda gelatinosa, y que se aderezaba con una salsa liviana dulce. Espectacular.
Ga Dan: pollo troceado a la plancha, con cebolla, puerro y salsa de soja. La salsa de soja se emulsionaba con la grasilla de la piel churruscada y deshecha del pollo. Qué saborrrr.
Tom Hanh Nhan: un plato de artesano. Era una gamba abierta con la cola alzada, rebozada, frita y empedrada posteriormente con finísimas láminas de almendra que la recubrían profusamente. Un bocado delicado.

Postres… no tenía mas que un helado, una unidad, me sorprendió mucho, ¿la gente que va a este restaurante no pide postre? Sin embargo nos obsequió con una infusión vietnamita que a juicio de mi acompañante (yo no tomé) estaba de miedo.

La carta de vinos se reducía a 5 referencias nada atractivas, excepto una de ellas que era cava y que fue por la que optamos. Se trataba de Señorío de Requena, un cava valenciano low cost resultón, con unas copas discretitas. Solo le quedaba una botella que tardó en encontrar y, al menos, nos sacó una cubitera con hielos para conservar el frío. Hizo su papel y acompañó fenomenalmente a este tipo de comida.

El servicio lo presta el mismo dueño y su joven hija y tenía otro hijo por ahí viendo la tele. Totalmente familiar el tema. Estuvimos charlando con el propietario que nos contó de un modo divertido su azarosa vida desde que partió de Vietnam hasta que llegó a Valencia tras vivir en múltiples países.

El tipo tuvo un gran detalle pues como vimos que mucha gente pedía comida para llevar, le pedimos un par de platos y nos preguntó que si eran para el día siguiente. Al contestarle afirmativamente nos dijo que no nos los vendía, que perdían mucho de un día a otro, y más al recalentarlo. Eso es honestidad.

La verdad es que, con sus claroscuros, salimos encantados. Veníamos avisados de lo que era y se cumplió a rajatabla: dejemos al margen el resto de temas y centrémonos en la comida, vietnamita “de verdad” y bien hecha. Lo tenemos cerca de casa y volveremos de vez en cuando para seguir degustando este tipo de cocina, nos quedan muchos platos por probar.

Nos gustó la comida y la famila.

  1. #1

    Dani C.

    Me alegro de que te gustara, como ves, lo que ya te dije, un restaurante vietnamita sin más. Pura cocina vietnamita sin más pena ni gloria, aunque para mí, eso esa cocina es la gloria.

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a Dani C.
    Ver mensaje de Dani C.

    No se desvió un ápice de lo que me comentaste.
    ¿Hss probado las gambas con almendras? Joé, vaya obra de arte.
    Y la salsa agridulce picante es espectacular.
    A mi mujer también le encanto, así que repetiremos.
    ;-)

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar