Producto del mar

Situado en una zona de veraneo, ayer en la fase tardía del otoño, pudimos aparcar en frente de la puerta del local, misión imposible en pleno verano. A pesar de la escasez de coches y gente en la zona, ayer cuando acudimos al local cuatro personas a las 15 horas, no tuvimos esa sensación de soledad en local o de incluso “llegar a molestar” que suele ocurrir fuera de temporada en ciertos locales, sino todo lo contrario, buen recibimiento con ambiente agradable, etc.
El local se ha definido perfectamente en los comentarios anteriores, nos hemos acomodo en una esquina rodeados de cristaleras que dan directamente a la calle, en un comedor amplio en el que se ocuparon al final 4-5 meses, todas alejadas de la nuestra, si bien es verdad , que si él local se hubiese completado de ocupación, las mesas cercanas estaban relativamente cerca, lo cual creo es conveniente apuntar, pues en pleno a verano la intimidad de unas meses con otras, tiene que ser relativamente baja.
Aunque nos repartieron nuestras cartas, nos dejamos aconsejar por el responsable del local, decidiéndonos por:
A compartir:
Croquetas de bacalao: buen punto de la masa, buena cobertura y lo más importante, sabían a bacalao. En la bandeja colocado al centro en la que venían las croquetas, como detalle de la casa, se colocaron de cuatro a seis porciones de huevas de cachón, producto poco frecuente y que eran todo sabor a mar, aunque reconozco que su textura puede resultar, al menos extraña, a quien no los conozca.
Percebes: ya nos había advertido que los que disponían en esta ocasión era de tamaño mediano, pero de la zona: muy buen punto de cocción (detalle muy poco frecuente encontrar) y todo sabor.
Cigalas fritas: según me enteré posteriormente es una especialidad de la casa. Tamaño normal, pero con un buen punto y gran sabor.

Antes de pasar el plato principal de nuevo otro detalle de la casa: un plato al centro con un arroz caldoso de bogavante, con sus cuatro cucharas correspondientes. Excelente el caldo, buen nivel y cantidad de la carne del bogavante y del rape que le acompañaba, pero el arroz (me comunicaron que eran del delta del Ebro pero sin poder decidir de qué tipo de grano en concreto) sin poder decir que estuviese malo, no me acabó de convencer, pues no se había impregnado bien de la maravilla que le rodeaba.

De plato nos pusimos de acuerdo los cuatro comensales y llegó el rey de la comida:
Rodaballo de 2, 800 kilos, a la plancha (no marcado a la plancha y luego finalizado en el horno): excelente. No pudimos terminar el mismo quedando como un 20-25 por ciento, lo cual por una parte creo que es un pecado y no venial y por otra parte se nos notaba la sensación de oportunidad perdida.

Para completar los postres: leche frita, una mouse no recuerdo de que, un tiramisú al estilo de Cantabria y una tostada al estilo de la casa. Sólo logró elogios el tiramisu estilo de Cantabria y a mi criterio resultó entre flojo y extrañó la tostada al estilo de la casa, que volvió a la cocina en un 60% de su contenido y que curiosamente nadie del local se interesó cual fue la causa.
El servicio de mesa eficiente, con muy buen ritmo, discreto de (de esos que están pendientes de cuando finaliza cada plato a una distancia prudente sin hacer preguntas con contestación supuesta). Mesa bien vestida con cubertería y vajilla de nivel más bien notable
Mención aparte merece el responsable del local, todo un profesional del sector, aconsejando en cada momento, escuchando, sin intentar vender productos caros, sin alardear y en mi modesto criterio, hablando la cantidad precisa y suficiente sin ser parco.
En cuanto a los vinos, carta amplia con gran predominio de blancos, champagne y cavas (lo cual es de esperar en un local con este tipo de producto). En esta ocasión optamos por Louro do Bolo fermentado en barrica 2009 y Mantel Blanco fermentado en barrica 2007. Copas de buen nivel, cambiando las mismas. Buena temperatura de vino con cubitera. En cuanto servicio del vino en sí, escaso sin ni siquiera dar a probar. El precio de lo vinos un poco por debajo de multiplicado por dos.
El precio final de la comida, no sé exactamente a cuánto ascendió, pero sí puedo comentar que el responsable de pagar la misma, nos comento que la había parecido una cantidad con una buena relación calidad precio.
En conjunto, buen producto, bien tratado, servicio eficiente y un gran profesional el responsable del local. Lo único que bajó un poco del resto fue, el servicio en sí del vino y alguno de los postres. En verano es de suponer que posiblemente los meses se encuentran demasiado juntas.
Buena despedida.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    lsierrar

    ¿Y cómo es eso de tiramisú al estilo de Cantabria?. Me he "quedao pasmao". ¿Es por el licor añadido?

    Saludos

  2. #3

    Gabriel Argumosa

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    Pues era como el tiramisu con una base similar a unas natillas y con un helado acompañantes, yo lo probe y estaba bien. El que era un fenomeno era el rodaballo.

  3. #4

    lsierrar

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Para mi es uno de mis tres pescados favoritos. Qué poquitas veces se tiene oportunidad de probarlo rico, rico.

    Saludos

  4. #5

    EuSaenz

    No lo conozco y eso que Somo es la playa que más nos gusta o al menos la que más cerca nos cae de Carriedo y solemos ir mucho, ya me acercaré entonces, la verdad es que un buen rodaballo merece siempre la pena y si dices que tienen algún Champagne (y no es Moët o Veuve Cliquot)…asunto solucionado.

    Un abrazo y felices fiestas,
    Eugenio.

  5. #6

    Gabriel Argumosa

    Revisando el comentario he observado que me he confundido y no se trataba de Louro y si de
    Guitian Fermentado en Barricas (D.O Valdeorras)

  6. #7

    Gabriel Argumosa

    en respuesta a EuSaenz
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    Te pego los que hace referencia en su pagina: http://elgaleondesomo.es/carta-de-vinos/

    No se si estaban estos u otros, pues iba con tres personas que no son en damasia aficionados a los vinos y no me detuve en mirar los detalles, pero si que habia varios champagne.

    Felices fiestas.

  7. #8

    EuSaenz

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Pues hay cosillas, Drappier, Jacques Lassaigne, Bollinger, Agrapart, etc. y a muy buenos precios. Pues nada, si voy este verano a bañarme a Somo, después habrá rodaballo y champagne, jeje.

    Saludos,
    Eugenio.

  8. #9

    jacomur

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    Conozco a Agustín desde hace años, gozo de su amistad. Agustín lo que pone es muchísimo interés en que el cliente salga muy satisfecho, por eso se esmera en que todo esté es su punto. Y todos los años sorprende con alguna innovación en su carta, es un sartén inquieto. De ahí su versión del Tiramisú Cántabro.

  9. #10

    jacomur

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Leñe, leñe, Eugenio. Que te pierdes los mejores. Merece la pena hacer un desvio para comer donde Agustín muy "a gustín". Tiene 12 0 14 champagnes. Saludos desde el Besaya.

  10. #11

    lsierrar

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Gracias. Tenía curiosidad por saber si era un postre exclusivo de ese local o no. Me apuntaré este restaurante por si nos acercamos de nuevo en primavera por vuestra tierra. El pescado nos tira mucho... bueno, y todo (no escupimnos nada)

    Saludos

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