Nueva visita, esta vez después de la reforma, acertadísima reforma: más

Nueva visita, esta vez después de la reforma, acertadísima reforma: más espacio entre mesas, un aspecto más moderno, más luminoso, mejor aprovechamiento de la situación privilegiada (vistas extraordinarias)... Un entorno de 4,5.

Tomamos menú degustación (34 €/pax): un aperitivo (tartar de bonito); 4 entradas (milhojas de foie y ave, crema de patata con trufa y huevo poché, figatell de pescado, vieria con panceta); a petición nuestra, nos cambiaron el pescado y la carne por arroz meloso "del senyoret"; dos postres (helado de higos con macedonia; frutos rojos con helado de cereza) y petit four con los cafés. Todo realmente bueno (producto, técnica, presentación...).

La carta de vinos es correcta, ni escasa ni extensa. No faltan los rompedores de cada DO. Si acaso introducir algunos más "de gama baja" (me refiero a precio, no a calidad, de esos de 4 o 5 euros que están buenisísmos). Tomamos dos botellas de Pazo de Señorans.

Seguiremos confiando en él.