Sorprendente

Pensaba que sería el primero en comentar sobre este restaurante y ya ves.... que pequeño es el mundo.

Me alegra que sea conocido en esta web. He leído las opiniones y creo que han mejorado, por lo menos a mi me pareció así. Buena atención, amabilidad, amplia carta de comidas y en el apartado de bebidas cumple sobradamente.

Dispone de terraza exterior y varias plantas en su interior. Buenas vistas desde la primera que fue donde nos ubicaron a nosotros. Amabilidad en el recibimiento y ganas de agradar en el servicio. Llegamos cuando habían pocas mesas ocupadas. Nos tomaron nota de la comanda y los platos salieron a buen ritmo.

Carta con código QR mejorable, cada vez que pinchas en un apartado te salen otros sub-apartados, lo cual incordia un poco.

Superado este tema, nos sorprende que su cocina sea mediterránea con algunos guiños a lo oriental. Nosotros tomamos lo siguiente, todo para compartir:

2 cervezas que acompañaron con unas buenas aceitunas y cacahuete frito cortesía de la casa.

Ensaladilla rusa con espuma de pimiento.- cumple, eché en falta algo más de atún y menos mahonesa.

2 Croquetas de jamón.- buenas, ligero crujiente exterior y con tropezones en el interior.

2 Croquetas de sepia.- mejorables, buenas de sabor y densas en su interior.

1 Bao de figatell.- para comerse un camión

1 Bao chili crab.- referido como muy bueno

1 Coca marina con tomate y salazones.- para mi otro de los imprescindibles, que buena!!!

1 Torrija con helado de turrón.- compartimos postre

De beber tomamos dos copas de vino blanco Fragas do Locer servido en unas aceptables copas. Al pedir el vino, el camarero nos preguntó si lo queríamos seco, respondimos que si esperando el típico verdejo y mira, nos sorprendió con este albariño.

Acabamos con un café y cortado.

Vimos salir arroces con muy buena pinta, a la próxima los probaremos.