Rápida Arrocería.

Curioso establecimiento al que se accede por una especie de porche alargado realmente bonito, a base de ladrillo, barro y madera.
El local es de techos muy altos, ambientación entre almacén y rústico. Extraño pero amplio y acogedor.
Cocina regional centrada totalmente en los arroces (los bordan).
El sistema es sencillo y economicista. Disponen exclusivamente de un "Menú Diario y Único" a base de unos entrantes, un arroz a elegir entre seis tipos y dos postres.
Los entrantes son: Ensaladilla Rusa, Huevos rotos con patatas a lo pobre, Plato de embutido y almendras, Ensalada Murciana, Pimiento picado hecho al sarmiento y Pan casero tostado con aceite y ajo.
El problema es que casi antes de sentarte ya te han sacado la mayoría de los mencionados entrantes a la vez, con lo que quedas un tanto aturdido. Todo es excesivamente rápido y aunque están francamente deliciosos, no llegas a disfrutarlos, a paladearlos.
El arroz que elegimos, "Arroz de Conejo y Serranas", estaba soberbio, con una finísima capa de arroz y servido al centro en la misma paella.
Carta de vinos corta y clasicona. Coperío ramplón y trato poco delicado del vino.
Servicio rápido, muy rápido y eficiente pero muy "a lo suyo", con pocas contemplaciones.
Para un almuerzo rápido de trabajo está bien, si buscas una tranquila comida o cena, éste no es tu sitio.