Cerca y bueno, dos veces bueno.

Sorpresa fue cuando de forma casual vi que a pocos km de mi residencia y en pleno contacto con la naturaleza, en una zona básicamente vinícola,llamada L'Alcusses se había restaurado una casa de campo convirtiéndolo en un hotel restaurante, así que, era propicio el domigno visitar con la familia el lugar.

Tengo que decir que la comida resultó espléndida, tanto en el trato, cercano y agradable con el cliente y sobre todo la elaboración de la comida, muy tradicional pero con esas sensaciones,sabores y aromas típicos de nuestro entorno, que propiciaba la sensación de como si estuvieramos en tiempos de antaño y como en propia casa.

Los entrantes estaban muy bien elaborados y con una presentación destacable,cabe realtar la puntilla con habitas, así como el pulpo al horno, verdaderamente exquisitos.
El gazpacho de Moixent, genial
El arròs al forn, perfecto.
todo ello regado con un agradable y frondoso vino tinto de la zona.

LOs postres caseros deliciosos.

En definitiva una comida muy agradable en un restaurante sencillo, acogedor y un trato familiar que nos encantó.

Jose,enhorabuena por tu trabajo haciéndolo extensivo a tu mujer y al equipo. Fenomenal, lo recomendaré.